Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ha adjudicado a la empresa Corsan Corviam la ampliación de márgenes en las rodaduras en 65.000 metros cuadrados y la instalación de barreras para evitar las molestias que causa el chorro de los aviones de gran envergadura en el Aeropuerto de Zaragoza. El coste será de 3,2 millones de euros.

Tal y como informó EL PERIODICO DE ARAGON, los aviones de carga de gran envergadura que aterrizan en el aeropuerto de Zaragoza, como los Antonov, los Ilyushin y los Boeing 747 de la empresa Caladero, están provocando cierres temporales de la pista principal por la gran suciedad que levantan al ser su estructura más ancha que las calles de rodaje.

Este problema ha obligado en algunas ocasiones a condensar todo el tráfico aéreo en una sola pista y que se suma a las grietas que generan estas aeronaves en la plataforma debido a su gran paso. Los Boeing 747 aterrizan dos veces por semana en la capital aragonesa y deben realizar un giro de 180 grados para entrar en las calles de rodaje y dirigirse hacia la plataforma de estacionamiento. Gran parte de la estructura del avión queda sobre el terreno seco, lo que provoca que se levante suciedad, piedras y polvo y, por tanto, el cierre temporal de la pista principal.

El presupuesto de inversión asciende a 3,2 millones de euros y el plazo de ejecución es de seis meses, informaron en un comunicado fuentes de Aena. El objetivo del proyecto es definir las obras de ampliación de márgenes en las rodaduras con el fin de preparar la superficie de modo que resista la erosión "e impida la ingestión de materiales sueltos de la superficie por los motores de los aviones".

La solución adoptada consiste en ampliar los márgenes pavimentados o crearlos en el caso de que no los haya con un pavimento constituido por una capa granular en la base y una capa de aglomerado asfáltico en la capa de rodadura.

Además, se incluye la instalación de las barreras antichorro en los márgenes izquierdo y superior de la plataforma para evitar las molestias causadas por el chorro del Boeing 747 y de otros modelos de gran envergadura que estacionan en la superficie de los puestos L1 y H1.

Estas barreras son unos dispositivos que evitarán la incidencia del chorro de los motores de reacción sobre los hangares y vehículos situados en las proximidades. La instalación de estas barreras se proyecta para una longitud de 235 metros en el margen superior de la plataforma frente a la terminal de Iberia de carga y el hangar de MAC Aviation y otro tramo de 75 metros.