Trabajadores de limpieza de los centros sanitarios públicos de Aragón han interrumpido hoy el pleno de las Cortes en el que se debatía una moción de IU sobre política sanitaria, que incluía un punto en el que se pedía que el parlamento se solidarizara con la huelga indefinida convocada por los empleados de este servicio.

En su moción de tres puntos, defendida por la diputada Patricia Luquín, se pedía también que, en aras de la eficiencia, eficacia y ahorro económico, el ejecutivo autonómico asumiera la gestión pública directa del servicio de limpieza de los centros sanitarios en Aragón.

PP y PAR han rechazado la iniciativa en su conjunto, que sí que han apoyado PSOE y CHA.

Al término del debate, diez trabajadores del servicio de limpieza han mostrado pancartas exigiendo la resolución de su conflicto laboral y han comenzado a gritar "la limpieza no se rinde".

El presidente de las Cortes, José Ángel Biel, les ha pedido que abandonaran la tribuna de público, pero han hecho caso omiso y entonces la sesión ha sido suspendida, aunque estaba previsto debatir una iniciativa más en la sesión de la mañana.

Carmen Susín, del PP, ha reprochado la "demagogia" de quienes apoyan dicha huelga ya que la sociedad tendrá "muy difícil entender" por qué se apoya un derecho en detrimento de otro, tanto o más importante, como es el derecho a la salud que una huelga indefinida de limpieza sanitaria podría menoscabar.

Desde la oposición se ha recordado que se trata de un servicio público y esencial, cuyo mayor responsable es el consejero de Sanidad, pero éste "se lava las manos" y "se desentiende del problema".

Mientras, según Eduardo Alonso, del PSOE, se sigue apoyando a unas empresas que "solo buscan el pelotazo" sin importarles el perjuicio que puedan causar.

Nieves Ibeas, de CHA, ha insistido en que no hay informes que avalen que la limpieza de los centros sanitarios iría peor si ésta la asumiera directamente la administración pública.

Los demás puntos de la moción que han sido rechazados tenían que ver con la inclusión de la construcción del Hospital de Alcañiz en el plan de reactivación económica y generación de empleo y en renunciar a la colaboración público-privada en este proceso.

También adoptar todas las medidas necesarias para aprovechar al máximo los recursos humanos, económicos y equipamientos e infraestructuras públicas para paliar "as dramáticas listas de espera".

Y, finalmente, garantizar, al menos, la misma plantilla que tiene en la actualidad el Servicio Aragonés de Salud y por tanto, que no se amortizaran plazas.

En el último punto, Luquín ha pretendido recabar el apoyo de la cámara para instar a la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, a pedir el cese del consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, por su "nefasta gestión al frente del departamento".