Los 23 votos en contra del PP y las 15 abstenciones del PSOE, UPD y CiU impidieron que prosperara una iniciativa defendida por el diputado de CHA-La Izquierda de Aragón, Chesús Yuste, en la que reclamaba la permanencia en la Aljafería de los arcos mixtilíneos del siglo XI que ahí se exhiben desde el 2008 por la cesión temporal del Museo Arqueológico Nacional y que exige su regreso.

La abstención socialista se produjo tras ser rechazada por el diputado proponente una enmienda en la que instaba a la creación de una comisión negociadora entre Aragón y el Estado sobre esta cuestión. La diputada del PP en la comisión de Cultura, Celinda Sánchez, se opuso a que sigan en Zaragoza estos arcos de incalculable valor porque la cesión de bienes culturales entre instituciones "se fundamenta en criterios de cooperación cultural y confianza mutua, principios básicos que no se deben romper porque atenta directamente a la base de la difusión cultural" y porque hizo una defensa del papel "de los museos nacionales" y su proyeción "que supere los localismos y aborden visiones más amplias y explicativas de nuestro propio ser y devenir".

Chesús Yuste, que en estos casi dos años de legislatura ha preguntado al ministro Wert hasta en once ocasiones por esta cuestión, defendió la necesidad de que se mantengan en la Aljafería estos arcos, ya que su permanencia en el lugar para que se crearon es "lo que dicta el sentido común y los criterios museísticos contemporáneos", bien distintos de los que imperaban en 1868, año en el que la comisión provincial de cultura de Zaragoza donó estas piezas al Museo Arqueológico Nacional. Yuste defendió la "unidad del conjunto histórico artístico" y por ello solicitó --captando solo el apoyo de Equo-Compromís-- que se queden en Zaragoza.