El atropello científico que pretende acometer el Gobierno de Aragón con su nueva Ley de Lenguas, en la que niega la existencia del catalán en la comunidad autónoma contra todos los criterios filológicos rigurosos, sufrió ayer un duro e histórico revés. El anteproyecto legislativo que no se ha consultado con ningún experto y que solo pretendía contar con el visto bueno del Consejo Escolar de Aragón vio ayer cómo este organismo rechazó el borrador contra todo pronóstico y contra las previsiones del Departamento de Educación y Cultura.

El Ejecutivo autonómico ya había anticipado durante la presentación pública del anteproyecto de ley que su intención era debatirlo con este ente, a sabiendas de que el juego de las mayorías le podían proporcionar una supuesta ventaja. Porque es la primera vez en la que el Consejo Escolar de Aragón --donde está representada toda la comunidad educativa-- en la que se tumba en un informe un proyecto que proviene del Gobierno autonómico.

Tras recibir ayer el varapalo del rechazo al borrador, por 18 votos en contra y 15 que sí dieron el visto bueno al documento gubernamental, está por ver cuál será la reacción del Gobierno aragonés, que pretende llevar el anteproyecto a las Cortes a partir del próximo mes de septiembre. La resolución de este consejo no es vinculante, aunque sí demuestra la gran controversia que provoca un anteproyecto legislativo que pone en graves dificultades la enseñanza en Aragón de dos de sus lenguas vernáculas: el aragonés y el catalán. De hecho, en este último caso, en el texto del Ejecutivo autonómico se niega hasta su existencia, denominándolo aragonés oriental, contraviniendo cualquier criterio académico mínimamente riguroso, e inventando una variedad dialectal del aragonés, que además está en franco peligro de desaparecer a corto plazo.

INTERVENCIÓN Alfredo Sánchez, representante junto a Carmen Solano del PSOE en este órgano y alcalde de Benabarre, una de las localidades aragonesas catalanohablantes, hizo una exposición contraria al anteproyecto que sirvió para recabar numerosos apoyos en el seno del consejo. Según varias fuentes, en su "brillante" información expuso el sinsentido que tiene negar la existencia de un idioma hablado por miles de aragoneses que además mantienen estrechos vínculos culturales, históricos, económicos y laborales con Cataluña. Sancho también expuso las incógnitas que se abren sobre la enseñanza del catalán en Aragón, una lengua vehicular aragonesa. Su exposición sirvió para que la mayoría se decantara por rechazar el documento gubernativo.

No fue el único revés que recibió ayer el Ejecutivo autonómico procedente del Consejo Escolar, puesto que también se rechazó el decreto de formación del profesorado. Por 19 votos contra 14, se enmendó este decreto al considerar que no se habían tenido en cuenta los criterios necesarios ni la participación suficiente para elaborarlo.