El Ayuntamiento de Zaragoza está elaborando un estudio para reordenar las líneas de autobús urbano de modo que se puedan suprimir un total de 250.000 kilómetros anuales. A estos hay que sumar otros 350.000 menos que provienen de la reducción de itinerarios como consecuencia de la puesta en marcha del tranvía, por lo que el ahorro total previsto para este año se sitúa en torno a los 600.000 kilómetros. Esto supondrá un considerable ahorro para el consistorio, dado que el pago a la empresa adjudicataria TUZSA se realiza por kilómetro (4,051 euros por cada uno).

La teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carmen Dueso, avanzó ayer en la comisión de esta área que los técnicos están revisando línea por línea para determinar dónde se puede realizar este recorte de kilómetros sin que merme la prestación del servicio. Además, están en contacto con colectivos supramunicipales, como la Federación de Barrios (FABZ) o la Unión Vecinal Cesaraugusta, para analizar demandas y necesidades ciudadanas.

Por el momento, sin embargo, no se considera prioritaria la reordenación de las líneas de autobús hasta que el tranvía circule en todo su recorrido --hasta Parque Goya--, de modo que este medio de transporte sustituya a las líneas de autobús con su mismo itinerario. No obstante, si finalmente para el mes de octubre se abre parte del trazado todavía en obras, concretamente hasta la plaza España, se valorará si compensa realizar una reordenación parcial de las líneas de autobús.

A esto se une que la actual concesión --ya se ha reducido el beneficio industrial a la concesionaria del transporte público, que se sitúa en un 15%, para ahorrar tres millones de euros-- concluye este año y durante el segundo semestre se deberá adjudicar el contrato nuevamente. Esta será la oportunidad para ajustar el precio por kilómetro, reducir el beneficio industrial y también para plantear mejoras en el servicio.

FLOTA ANTIGUA De hecho, como consecuencia de la futura reordenación de las líneas y también del cambio de adjudicataria, no se está renovando la flota de autocares. A una pregunta del concejal del PP, Sebastián Contín, Dueso reconoció que no se están sustituyendo por vehículos nuevos "por una orden mía" y "para no tirar el dinero". Actualmente hay 30 autobuses que sobrepasan los 14 años de antigüedad que marcan como tope máximo los pliegos del servicio.

Las explicaciones de Dueso no satisficieron a los populares, que acusaron al PSOE de "carecer de una estrategia clara de movilidad". El concejal, Sebastián Contín, destacó en este sentido que las sucesivas medidas y anuncios que el PSOE ha realizado respecto al transporte público han derivado en "continuas subidas del precio del billete del transporte público sin que vaya acompañado de una mejora de la calidad".

Realizar ajustes es imprescindible y la puesta en marcha de la segunda fase del tranvía lo permite. La duda es dónde aplicar la tijera y cómo se materializarán esos recortes. Por un lado, queda abierta la posibilidad, como ya anunció la propia Carmen Dueso, de reducir frecuencias en fines de semana y festivos en las líneas menos utilizadas. Por otro, el de eliminar algunas de las líneas actuales de TUZSA. Como ya se hizo el año pasado con la 148 y la 48, que duplicaban el servicio para una utilización muy baja y que, solo se apreciaba de forma notable los días de mercadillo en el Rastro de La Almozara.

Aunque el principal reajuste se prevé en aquellas líneas que realizan el recorrido siguiendo el trazado del tranvía. Como ya ocurriera, por ejemplo, con la línea 30, que no llega hasta Casablanca desde que el tranvía está funcionando, algunas de las rutas con menos usuarios acabarán menguando su itinerario o incluso desapareciendo si el servicio se puede prestar con otras líneas.

Un suma y sigue de ajustes que, hasta ahora, están teniendo una efectividad relativa, ya que las obras del tranvía han obligado también a prolongar otras líneas o reforzar frecuencias, gastando más dinero por kilómetros de más que también hacen.