La Universidad de Zaragoza acató ayer la paralización de las obras de la nueva Facultad de Educación debido a la falta de financiación para hacer frente a la recta final de los trabajos, lo que, en cálculos "conservadores" de la institución académica y como admitió el rector, Manuel López, supondrá duplicar el coste de lo que quedaba pendiente de abonar a la empresa encargada de las obras.

Los 5 millones de euros que dejará pendientes de pago la universidad se convertirán en 10 debido a los costes provocados por las rescisiones de contrato vigentes entre la empresa encargada de su construcción --la Unión Temporal de Empresas Sacyr-Ideconsa-- con subcontratas de empresas eléctricas o de climatización, con las consiguientes penalizaciones. "Y se han quedado sin montar máquinas o bombas, lo que supondrá un deterioro que, suponemos, durará años porque creemos que la reanudación de los trabajos no será posible en algún tiempo, al menos no este año ni al siguiente", lamentó Joaquín Royo, vicerrector de Infrastructuras de la Universidad de Zaragoza.

Educación y Filosofía y Letras son las principales damnificadas por la ausencia de financiación en el capítulo de obras por parte de la DGA. Además, el traslado de profesorado de Filosofía a la antigua Facultad de Educación no podrá llevarse a cabo hasta que no concluyan las obras en el nuevo edificio ahora paralizado, lo que supone otro contratiempo añadido. "Creemos que se duplicarán esos 5 millones que no tenemos y que quedaban por pagar, pero con esta paralización perdemos todos los aragoneses, principalmente, profesores y estudiantes, porque se convertirán en alrededor de 10 cuando se decida poner en marcha de nuevo los trabajos. Adiós a un ejercicio de buena gestión", subrayó Royo, que advirtió de que "nos estaba quedando una obra magnífica a un precio de vivienda de protección oficial con unas calidades muy buenas, pero nos han faltado dos meses".

20 MILLONES La obra, que se empezó en el 2010 y dentro del Plan de Infraestructuras 2006-2012 de la universidad, tenía presupuestado un coste de 20 millones y su finalización para el mes de septiembre, pero la ausencia de partidas para obras ha hecho imposible su culminación, aun con los 2,3 millones que, finalmente, modificaron esa partida gracias a una moción del PAR. "La empresa nos ha solicitado hoy --por ayer-- la finalización de la obra y les hemos mandado un escrito en el que les decimos que vamos a pararla porque todas las gestiones no han fructificado", apuntó Royo.

Poco antes, el rector, Manuel López, mostró su "pena" por la suspensión, aunque admitió "comprender" la posición del Departamento de Educación. "Es una lástima tener que paralizar la obra y duplicar el coste cuando haya financiación para acabarla porque la DGA no puede invertir" y reconoció que la universidad adeuda dinero a la empresa encargada de los trabajos. "Parte podremos cubrirlo a finales de año y solo nos quedará por pagar esos 5 millones".

Ayer, la consejera de Educación, Dolores Serrat, reconoció que "no hemos podido dar a la universidad lo que merecía".