El Ayuntamiento de Zaragoza está estudiando poner en marcha una ambiciosa ampliación de plazas de las zonas de estacionamiento regulado en la vía pública (las denominadas zonas azul y naranja) para implantarlas en todos los barrios de la ciudad. No es una medida que se vaya a realizar a corto plazo, pero el alcalde, Juan Alberto Belloch, conoce esta propuesta y es de su agrado, aunque conoce también la complejidad de llevarla a cabo. Aunque se cumpliría el objetivo de descongestionar zonas que ya se encuentran saturadas --en todos los barrios las hay-- y, al mismo tiempo, se obtendrían ingresos adicionales a los 800.000 euros anuales que el consistorio obtiene a través de esta concesión.

Ahora hay 6.056 plazas de estacionamiento regulado en la ciudad, 3.593 de zona azul y 2.463 de naranja, y se encuentran concentradas en los viales más céntricos de la capital aragonesa. Pero problemas de aparcamiento los sufren en barrios más alejados, como en Las Fuentes, San José o Delicias, entre otros, a cualquier hora del día. Esto, además, supone un problema añadido para el pequeño comercio, que sufre las dificultades lógicas para recepcionar la mercancía que les llega a diario, o incluso para ser un foco de atracción para nuevos clientes.

COMPLEJIDAD Estas zonas urgen una solución que, por otra parte, se ha demostrado en numerosos casos (el de Doctor Iranzo es el más evidente) no pasa por utilizar el aparcamiento subterráneo construido en las inmediaciones de estos viales. Los vecinos no compran plazas de garaje y cada vez es más complicado encontrar un hueco donde dejar el coche. Por eso ven en la zona azul una solución a esta problemática, o naranja a precios ventajosos para los residentes en la zona.

No hay nada imposible de hacer, y esta propuesta, que el alcalde ya comentó durante la inauguración del párking subterráneo del hospital Clínico con los responsables de Vinci, se va a estudiar en el consistorio. Para decidir, además, si se hace de forma escalonada. Aunque la prioridad que está sobre la mesa, como destacaron fuentes municipales a este diario, es la de habilitar las 726 plazas que se le adeudan a la actual concesionaria, Z+M.

Pero esta posibilidad no es sencilla de afrontar, sobre todo por las dificultades técnicas y jurídicas que comporta ampliar el número de plazas disponibles. Una opción sería atender la propuesta de CHA de utilizar las plazas de párking que están en régimen de concesión para la venta. La otra es empezar a extender la red de la zona azul a otros distritos. O una combinada de ambas posibilidades.

Pero no es tan sencillo como habilitar nuevas plazas y ya está. El contrato actual con la concesionaria de la zona azul, Z+M, solo permitiría una ampliación del 20% de los estacionamientos actuales, es decir, 1.200 plazas más, como máximo. Y es un tope insalvable, a no ser que se opte por revisar las condiciones del contrato (poco probable por haber sido incluido en un pliego de condiciones y un concurso público que el resto de empresas que licitaron podría recurrir). O por plantearse un nuevo concurso público para adjudicar las nuevas plazas a una segunda concesionaria.

LOS PARQUÍMETROS Esta sería la opción más sencilla, a priori, pero también conlleva una complejidad técnica añadida: que los parquímetros deben ser compatibles con los actuales. Podría entenderse como un paso lógico y sencillo de acometer, pero para ello se obligaría a esa segunda concesionaria a adquirir esos mismos parquímetros al fabricante que se los proporcionó a Z+M, e incluso se podría entender que la UTE formada por Grupo MLN y Vinci Park partiría con ventaja en el concurso público.