Pocas veces un pleno tan insulso, en cuanto a decisiones de envergadura en el ámbito municipal, puede tener consecuencias tan serias para la gobernabilidad. La petición de la retirada del crucifijo presidiendo el salón de plenos y todos los símbolos religiosos de las dependencias y actos municipales, y la revisión de la ordenanza cívica desató la tormenta entre el Gobierno socialista y los socios que le auparon al mismo, CHA e IU, que marcaron distancias con el alcalde, Juan Alberto Belloch, y advirtieron de que su decisión puede acarrear consecuencias, y complicar el futuro tripartito.

Los nacionalistas se enfadaron con el primer edil después de que este decidiera desmarcarse hasta de su propio partido en la moción presentada por CHA sobre la retirada de los símbolos religiosos y su apreciado crucifijo. Belloch votó en contra de la misma en solitario, con el PP, mientras sus compañeros de partido se abstenían y solo CHA e IU votaban a favor. El PSOE les dejó solos y el alcalde en primera persona, después de intentar que el voto fuera secreto y de que se hubiera anunciado que daría libertad a sus ediles para decidir. La misma que con la que defendió su voto.

AVISOS Pero no contentó al portavoz nacionalista, que recordó al primer edil que "durante nueve meses" había pedido en privado esta retirada y que se ha llevado con respeto "extremo". Pero que alineándose con el PP también incumple el acuerdo de investidura entre CHA y el PSOE, por lo que le anunció que los nacionalistas "nos atenemos a lo pactado". Clara advertencia de cara al futuro.

Mientras, la moción para derogar la ordenanza cívica, uno de los caballos de batalla de IU, avivó también las fricciones con el Gobierno. "Con quién quieren llevar adelante las gobernanzas de esta ciudad", preguntó directamente a Belloch el portavoz de IU, José Manuel Alonso. Sus advertencias sirvieron de poco. Como ya era previsible, el PSOE --una vez más y por tercera ocasión, tras la del crucifijo y otra que pedía impedir la comercialización de alimentos transgénicos en la ciudad-- votó con el PP y dejó solos a CHA e IU.

Su objetivo era solo la presidencia del pleno, con Belloch, Gimeno y Pérez Anadón. "Si ustedes desprecian a sindicatos, a los colectivos ciclistas, dejan a un lado movimientos como el del 15-M, a los colectivos laicos, a los que van a favor de una escuela pública y laica... Ya no digo el Gobierno de la ciudad, sino su gobernanza... ¿Con quién la van a hacer?", preguntó en su aviso a navegantes.

Mientras, el PP sacó partido de las desavenencias y su portavoz adjunto, Pedro Navarro, estuvo especialmente brillante al resaltar la "contradicción y división" del PSOE, capaz de rebatir la ponencia de su líder nacional, Alfredo Pérez Rubalcaba, mientras el alcalde vota distinto al resto de sus ediles. Y también acusó a CHA de contradecirse, por no haber hecho nada en la época en la que gobernaba con los socialistas, los mismos que les dejaron solos.