Otro de los actores de esta supuesta trama es Germán Arana, rector del Seminario Pontificio de Comillas, asesor del Papa y, por lo que se deduce, también encargado de hacerle llegar informaciones sobre la diócesis zaragozana.

Este jesuita, que estuvo en la Universidad Gregoriana de Roma, envía al exjuez Roberto Ferrer un correo el 4 de julio del año pasado en el que le asegura que ya ha informado al Pontífice de todo. "El informe al Papa se ha producido antes de lo que pensaba. Me ha llamado por otro asunto y he aprovechado para contarle el asunto (sic). Tiene una gran memoria. Y cuando le he hablado de la oficial jurídico del tribunal metropolitano, me responde: ¡Pero si es la que me informó! Le he contado el despido improcedente. Le ha causado una gran pesar(...) Él no considera prudente actuar directamente en este momento porque no pararía de intervenir en los asuntos de las diócesis. Pero estaba enteramente de acuerdo que se proceda según justicia a presentar denuncia por despido improcedente. Me ha pedido la opinión sobre la actuación de D. Vicente (Jiménez) más allá de este episodio...".

La denuncia ante Magistratura, al parecer, aún no se ha sustanciado.