Un nuevo informe del Instituto Geológico y Minero de España sobre El Planizar, donde se proyecta construir el hospital de Teruel, constata los problemas de todo tipo que existen en ese suelo, de fallas, deslizamientos y capas de lava y arena, según informó ayer el consejero aragonés de Sanidad, Ricardo Oliván. Esta conclusión podría llevar a la DGA a buscar otro emplazamiento para la infraestructura, que sustituiría al ya anticuado hospital Obispo Polanco.

La supuesta sismicidad de esa zona de la capital provocó la paralización del proyecto, entre airadas propuestas de la oposición y el disgusto de numerosos turolenses, que consideran que se trata de una excusa para postergar o arrinconar la construcción de la infraestructura sanitaria.

El consejero anunció en Zaragoza que el martes recibió el informe del Instituto Geológico y Minero (IGME), que ahora están interpretando los técnicos y que tendrán que analizar "despacio" para ver de qué manera afecta a las posibles alternativas que existen para ubicar dicho centro sanitario, algo en lo que no cree que tarden muchos días.

En principio, agregó, el documento avala lo que venían diciendo y constata los problemas que se encuentran en la zona de El Planizar de todo tipo, las fallas, deslizamientos, capa de lava y arena, ha dicho.

En este sentido, explicó que los trabajos que se hicieron en el último mes en esa zona, con catas del terreno, eran para constatar cuestiones que de alguna manera se adelantaban en el informe que recibieron ya en el mes de julio, "aunque en mayor o menor medida porque hay diferentes grados de inclinación".

Según Oliván, una cosa es lo que pone el informe y otro lo constatado, pero "no hay mucha diferencia entre lo que decía el informe más teórico y el que se hace ahora basado en datos reales".

"Es un suelo que tiene problemas ahora y los ha tenido siempre, incluso en 2008 los tenía", manifestó el consejero, que señaló que "el riesgo sísmico siempre ha estado allí".

Pero "no es ese el problema, sino que las características de El Planizar acentúan cualquier efecto de cualquier fenómeno sísmico", insistió, al tiempo que informó de que ahora tendrán que decidir si se busca otra ubicación. Ahora, se abre un proceso en el que la Dirección de Obras del Servicio Aragonés de Salud realizará una valoración del informe del IGME con el fin de adoptar una decisión definitiva sobre la ubicación del futuro hospital. "El objetivo es causar el mínimo trastorno posible a los turolenses y acometer la obra cuanto antes", señaló una fuente de la DGA.