La huelga que protagonizan los trabajadores de limpieza en los centros sanitarios públicos de la Comunidad entró ayer en su cuarta semana, y lo hizo sin viso alguno de que se solucione el conflicto que separa a los sindicatos y a las empresas prestatarias de este servicio. Es más, el evidente desacuerdo de las partes en torno a la renovación del convenio colectivo ha hecho que a las tres personas que hace ocho días iniciaron una huelga de hambre, se sume desde hoy una cuarta.

Para hacer más "visible" su protesta, Ana Cuevas, una de las trabajadoras que decidió dejar de ingerir alimentos --los otros son dos miembros de la Junta de Personal del hospital Clínico y un integrante de Marea Blanca--, anunció ayer que van a concentrarse todas las mañanas ante las puertas del edificio Pignatelli de Zaragoza, sede del Gobierno de Aragón, gesto que por las tardes trasladarán, como hicieron ya ayer, a las escaleras del edificio Paraninfo.

A las numerosas movilizaciones que se han registrado desde que comenzó el paro, el comité de huelga añadió la convocatoria de una manifestación. Será el domingo 23 de junio, a las 11 horas, y partirá de la plaza de España de la capital aragonesa para llegar a la Delegación del Gobierno. El anuncio tuvo lugar durante una comparecencia conjunta de representantes de los cinco sindicatos --CCOO, UGT, CGT, OSTA y CSI-F-- que ayer escenificaron su unión, reclamando de nuevo que sea la propia presidenta de la DGA, Luisa Fernanda Rudi, quien medie y "dé un paso al frente, pasando por encima de un consejero que se inhibe", en referencia a Ricardo Oliván, cuya neutralidad fue desmentida por los comparecientes.

En una declaración leída por Bienvenida Casabona, de CCOO, estos profesionales --en los centros públicos aragoneses trabajan unos 1.500-- afirman que "la presidenta no debe con su silencio provocar que la huelga prosiga". "Ser neutral en este conflicto significa traicionar los intereses de la mayoría de los aragoneses, los que usamos los servicios públicos de sanidad", afirmaron.

AGRADECIMIENTO

Además de agradecer la "comprensión" de los aragoneses, en el texto los cinco sindicatos insisten en "eliminar de la ecuación a estos intermediarios" que son las empresas concesionarias del servicio externalizado por la DGA. "Existen recursos humanos suficientes para asumir la gestión de los servicios de limpieza", con lo que, según las formaciones, "se produciría un ahorro notable".

De cara a la negociación, los sindicatos subrayaron que ya "hemos perdido salario, aumentado nuestra jornada, reducidos los complementos por incapacidad temporal, eliminado días de vacaciones y soportado una carga de trabajo creciente".