El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Zaragoza rubricarán por fin el protocolo de colaboración que definirá el plan de inversiones en el Cercanías de la capital aragonesa y lo hará antes de las elecciones del 20-N. El acuerdo para rubricar la ampliación de la red con cinco nuevos apeaderos y un desembolso económico de más de 120 millones de euros en los próximos cinco años quedará sellado la próxima semana, para salvar in extremis el compromiso adquirido en junio por el ministro José Blanco con Chunta Aragonesista por el que Juan Alberto Belloch pudo conservar la alcaldía tras el descalabro socialista en los comicios de mayo. Lo sacará adelante y lo más sorprendente es que lo hará también con el respaldo del Gobierno de Aragón.

Está previsto que hoy mismo o mañana se reciban los documentos definitivos tanto en el consistorio como en el Departamento de Obras Públicas de la DGA. Ha sido más de un mes y medio de intensas negociaciones con el ministerio en el que se han cruzado hasta dos borradores distintos. El consejero, Rafael Fernández de Alarcón, recibió el primero en Madrid el pasado 5 de octubre de manos del secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán. A partir de ahí se inician las conversaciones y la DGA, solo seis días más tarde, envía su propuesta a Fomento.

El día 18, el ministerio remite al Pignatelli su nueva versión, a la que responde el Gobierno de Aragón ocho días después con nuevas aportaciones. Al día siguiente Madrid traslada a Aragón la sexta versión del protocolo, a la que se contesta el pasado 4 de noviembre. Solo faltaba la respuesta definitiva de Fomento y llegará en breve, con el texto definitivo. Un documento ya consensuado con el Ejecutivo aragonés y al que Fernández de Alarcón se ha comprometido a sumarse.

PRIORIDADES Las máximas prioridades de la DGA eran incluir una nueva estación de Cercanías en Plaza y elaborar un análisis técnico de los costes de ejecución y de explotación, dos exigencias que ya preveía el borrador consensuado con CHA; y garantizar la presencia del Consorcio de Transportes de Zaragoza como órgano de coordinación en la línea, algo a lo que Fomento se ha negado tajantemente. Se preveía que la DGA aguardaría al resultado de unos estudios que Fomento ya ha encargado y que prevé tener finalizados a principios de diciembre, pero al final no será así.

El ministerio da por hecho que se sumará al acuerdo que se firmará con el ayuntamiento la próxima semana. De esta manera, Blanco cumplirá con su compromiso adquirido en junio con CHA, aliviará las tensiones suscitadas en el consistorio, ya que la posibilidad de que los nacionalistas se sumen al Gobierno de Belloch pasaban porque esta firma se produjese antes de las elecciones, y conseguirá el respaldo del Gobierno del PP en el Pignatelli.

No obstante, ni PSOE ni PP están interesados en dar publicidad a este acuerdo por el Cercanías de Zaragoza y la firma se producirá sin darle mucho bombo. No habrá fotos. Sobre todo por las suspicacias que pudiera causar por rubricar en plena campaña electoral este protocolo de colaboración, aunque ambos partidos, como CHA, están interesados en que se firme.

Mientras, desde la DGA no quisieron confirmar si firmará o no el documento la próxima semana y se limitaron a reiterar su apoyo al impulso que se pretende dar a la ampliación de la línea.