Ramón Moreno Bustos lleva varias legislaturas como diputado por Zaragoza en el Congreso. Este militante popular es además una de las personas más próximas a Rajoy, de hecho ha coordinado sus campañas electorales. Y ahora, en el reciente congreso, ha entrado a formar parte del reducido círculo de 14 personas que conforman la dirección ejecutiva nacional del PP.

--¿Esperaba que Rajoy le diera esta atribución, secretario ejecutivo de Exteriores?

--Me sorprendió totalmente. Uno siempre tiene ambición política para llegar a lo máximo del partido y esta vez, cuando ya creía que no iba a ser posible, se cumplió. Me enteré cuando huizo pública la lista. Es un honor y voy a intentar cumplir con las expectativas que han puesto sobre mí. Haré lo que solo sé hacer, trabajar.

--Le va a tocar viajar mucho por las numerosas sedes que el PP tiene en América y Europa. ¿Son los militantes del exterior los peor tratados en los partidos?

--El departamento ha estado año y medio vacante porque el anterior responsable dimitió. He notado ilusión en la militancia del exterior con la que he contactado. El PP tiene muy en cuenta a sus militantes en el exterior, dándoles mucho cariño, información y haciendo que se impliquen en la vida nacional porque ellos también son protagonistas.

--¿Hay que acabar con el voto rogado? Parece una clara discriminación.

--Es un tema candente que no depende solo del PP. Este problema lo generó el PSOE en su momento y ahora debemos darle una salida efectiva entre todos.

--El congreso del PP en el que salió elegido Rajoy fue una balsa de aceite. ¿Poca autocrítica o es que realmente están satisfechos con la gestión?

--Fue el final de una situación nomalidad. Cuando el candidato viene de ganar unas elecciones pese a las dificultades, todos sabemos que es el capitán de un barco que sabe dónde quiere llevar al partido y al país. En el PP también hay debate y distintas visiones, pero cuando lo comparas con la imagen que dan otros partidos, una situación normal parece extraordinaria. Las cosas se han hecho bien y nos hemos dado un impulso para trabajar por este país. Con una imagen de estabilidad que España necesita y que no dan otros.

--¿Tras una legislatura dura en recortes, esta será la de la recuperación o habrá más recortes?

--Gracias a la mayoría absoluta el Gobierno pudo hacer reformas que aunque no nos gustaban debíamos hacer para ir recuperándonos lentamente. Queda mucho por hacer, pero ya se notan las políticas. Estamos satisfechos pero no podemos estar eufóricos, y menos mientras haya un solo ciudadano con problemas.

--Tampoco hubo mucha autocrítica con la corrupción. ¿Qué pasará con el presidente de Murcia?

--Al presidente de Murcia se la intentado imputar 16 veces y ninguna ha llegado a su fin. Y ahora se le imputa porque hubo un día que pensó en un contrato. Si pensar ya es un delito... Si a ese señor después no se le imputa, cómo le redimimos de esa pena. Hay que tener mucho cuidado con los juicios paralelos y de los telediarios que los condenan antes que los jueces y eso los deja en una situación muy complicada. Tenemos que ser muy claros y creo que la presunción de inocencia la debe tener todo el mundo independientemente del color político y creo que no se debería actuar antes de la apertura de juicio oral. Por mucho que Ciudadanos se atribuya la exclusividad de la lucha contra la corrupción, nosotros la combatimos como mínimo igual que el que más. La repudiamos y luchamos para atajarla. Nosotros fuimos los únicos que implantamos medidas la pasada legislatura, apoyadas en el Parlamento, para que estas cosas no vuelvan a ocurrir. Por eso, hacer política partidista de estos temas es muy complicado, porque si este señor sale libre, qué dirá Ciudadanos, partido que por cierto apoya y mantiene imputados en Andalucía. Me hacen gracia sus dobles varas de medir.

--Pero comprende que los ciudadanos estén enfadados con algunas decisiones de los jueces?

--Totalmente. Soy ciudadano y no entiendo que algunos condenados como los Pujol sigan paseándose por la calle. Pero son los jueces quienes deciden y su palabra hay que aceptarla.

--¿Esta legislatura es gobernable?

--Cada legislatura es distinta y compararlas es difícil. Está siendo complicada en el inicio. Todo el mundo está resituándose. Con un PSOE que no termina de resolver sus problemas internos es difícil hacer política porque no sabes a quién dirigirte y ahora mismo no parece que tengan capacidad de resolver su situación. Ciudadanos está preocupada buscando el titular que les dé protagonismo, mirando de reojo a derecha e izquierda y sacando los pies del tiesto para tener su espacio. Y luego está Podemos, que vive permanentemente en el show y el espectáculo y el vale todo. Solo les importa las formas, cuanto más estrambóticas mejor.

--¿El PP se entiende ahora mejor con el PSOE que con otros?

--El PP quiere entenderse con el PSOE y con Ciudadanos, porque el objetivo es el bien del país. Nuestras diferencias son amplias, pero en los grandes temas de Estado nos pondríamos de acuerdo si tuvieramos todos estabilidad.

--¿Cómo se ve Aragón desde el Congreso?

--No se ve. Este último año es de parálisis y somos noticia por lo negativo. La ciudad de Zaragoza está siendo un continuo espectáculo y eso solapa cualquier otra buena noticia que haya. Además, Lambán está secuestrado y su Gobierno es muy débil, dependiente del señor Echenique. Es incapaz de resolver una crisis y no entiende que el bien de los aragoneses está por encima de los suyos. Que aun no haya presupuesto es una barbaridad.

--Se les acusa de tener una oposición suave con el PSOE...

--El PP nunca acierta. Si somos duros porque somos duros. Si somos blandos, porque somos blandos. Hemos tendido la mano para llegar a acuerdos importantes y Lambán ni nos ha escuchado.

--En el Estado tampoco hay presupuestos. ¿Los habrá pronto? ¿Con el PNV?

--Creo que hay una puerta abierta para lograrlo. Éstamos negociando con varios partidos.

--¿Qué le parece la única candidatura de Beamonte para presidir el PP aragonés? ¿Qué papel jugará usted?

--Es también lógico. En Aragón se ha trabajado bien y sin líos. Ganamos las elecciones y parece lógica una sucesión tranquila. Que haya uno o o más candidatos no significa nada a priori. Lo importante es remar todos juntos y ser leales. Beamonte sabe que puede contar conmigo para lo que quiera y por el bien de mi partido.