-¿Cómo definiría el estado de ánimo en que está Zaragoza?

-Es una ciudad con enormes potencialidades que no se están aprovechando para salir de la crisis. Su pulso no puede ser bueno porque el motor institucional que debería ser el ayuntamiento no existe, está paralizado en los grandes temas. ¿Motivos? Aparte de la gestión, la inexistencia de un modelo de ciudad.

-¿Y el suyo y el de su grupo?

-Preocupado, porque llevamos dos años con un Gobierno que no da salida a los grandes problemas y oportunidades. Puede ser un mandato perdido y esa inacción da pie a que desperdicie el apoyo político que recibió para que la izquierda siga siendo mayoritaria en esta ciudad.

-¿Es muy probable que sea una legislatura en balde?

-Estamos luchando contra eso, desde la oposición útil y la izquierda responsable. Eso hace que nos opusiéramos al sablazo de las ordenanzas fiscales y a la vez apoyemos los dos presupuestos. Incluso con la insatisfacción de no trasladar nuestras prioridades y pese a las zancadillas de ZeC, que no ha asimilado que PSOE y CHA representan a más ciudadanos que los que les votaron a ellos. Ese ha sido su gran error, no saber gobernar para una mayoría progresista. Pero no entendemos la oposición del siempre no del PP, que es el capital político más desperdiciado.

-¿Es un mal alcalde Santisteve?

-Su problema es más grave, es que no ejerce de alcalde, sino como delegado de ZeC y en muchos casos estando en minoría incluso en su partido. Ha abandonado el diálogo desde el primer día y va incurriendo cada vez más en usar el autoritarismo como forma de Gobierno. Su vuelo es gallináceo. ¿Dónde está el partido de la transparencia y la gente?

-En este punto, ¿no es tan responsable el mal gestor como quien le sustenta en el cargo?

--La gestión es del Gobierno, nosotros le damos los mimbres necesarios para que gobierne a esta ciudad. Pero ellos los tienen que gestionar. Y es bueno que la ciudadanía vea cómo lo hace ZeC.

-Autoritarismo, sin diálogo, mala gestión, zancadillas... ¿Y por qué lo mantiene el PSOE ahí?

-Por una razón clara: ninguno de los problemas que denunciamos en ZeC se solucionarían con un alcalde del PP. Le apoyamos porque los ciudadanos votaron a una mayoría progresista, habría sido incomprensible no hacerlo. Y no funcionaría mejor con el PP. Nuestra alternativa no es esa.

-En tres días se ha desatascado la cesión de la avenida Cataluña, Tenor Fleta y la futura ley de capitalidad. ¿Cómo lo valora?

-Reflejan la imagen de un náufrago que se agarra a una tabla de salvación en una institución que no gestiona. Pero esos apoyos de fuera no valen para el día a día. Aunque antes todas sus salidas eran de agitprop, y a ser posible con tribus semejantes. Lo de ahora es lo que debería ser normal todas las semanas.

-¿Zaragoza debe coger la avenida Cataluña?

-Se tiene que coger y se tiene que mejorar el acuerdo con el ministerio, en la financiación y a qué va dedicada.

-¿Tenor Fleta le deja satisfecho?

-ZeC decía que era imposible. Ha sido gracias a la persistencia del PSOE. Tenor Fleta es imprescindible para esta ciudad. ¿O quién se cree que se quiera llevar la segunda línea del tranvía por el paseo Constitución sin que antes esté hecha la prolongación?

-¿No da rabia que Fomento ahora ofrezca gratis algo para lo que a usted siempre le exigieron dinero o una permuta?

-Lo que el ministro ha ofrecido es lo mismo que me ofrecieron a mí, pero yo quería los suelos colindantes para desarrollarlos y por eso sí pedían dinero. Y llegué a un acuerdo, pero coincidió con el plan de ajuste y tuvimos que dedicar los 11 millones pactados a Acción Social. No es nuevo.

-¿Lambán ofrece una buena ley de capitalidad a Zaragoza? ¿Él sí contó con usted?

-ZeC planteó una apuesta institucional de todos los grupos y luego no nos informó. Esa es la tomadura de pelo. Javier Lambán ha contado con nosotros porque somos el mismo partido. Es una ley que mejora todas las que planteó Rudi, todas ellas con trampa. Es una buena ley, ZeC no ha hecho nada para que le apoyemos y ha sido un paso imprescindible gracias al Gobierno de Aragón.

-Esa tabla de salvación al alcalde se la está brindando Lambán. ¿Le hace un flaco favor a usted?

--No existe contradicción. Hay temas que son estructurales, como esta ley y los presupuestos. Las tablas de salvación ya existían pero él las ha cogido ahora.

-Se ha acordado una comisión de investigación sobre la gestión de Ecociudad. ¿Hasta dónde cree que puede llegar?

-Solo queremos esclarecer lo sucedido partiendo de la idea de que el alcalde, como presidente de Ecociudad, ha incumplido sus obligaciones y ha usado su cargo para tener una actuación que hasta la propia judicatura ha estimado como no fundamentada.

-¿Cree como el PP que puede acabar en el juzgado?

-Si tuviera esa impresión no hubiera pedido una comisión de investigación, iría al juzgado.

-Desde fuera no se le ve tan incómodo votando junto al PP y a Ciudadanos como al principio de la actual legislatura.

-PP y ZeC se sitúan en dos extremos y podemos estar más cerca de uno o del otro pero porque queremos sacar para adelante cosas. El problema es el aislamiento y ZeC cuando pierde se suele quedar solo, por su constante fijación de no darle al pleno el papel que le corresponde. Y cuando lo intenta colar por la gatera, lo pierde judicialmente. Como el Príncipe Felipe, la lesividad de TUZSA, el 010... Si quiere, sigo.

-¿La segunda línea del tranvía debe iniciarse esta legislatura?

-Hay que avanzar en ella pero tengo dudas de lo que quiere ZeC. Este modelo de movilidad está aceptado por la ciudadanía.

-¿Se ve con fuerzas de continuar una legislatura más o tiene la sensación de que es la última?

-Me veo con fuerzas y veo lejos cualquier toma de decisión. No la he tomado ni es el momento.

-Dijo que dimitir de la Ejecutiva del PSOE fue de sus decisiones más difíciles. ¿Se juega su futuro con el nuevo rumbo del partido?

--Si hubiera tomado la decisión preocupado por mi futuro habría hecho lo que otros quedándose.

-¿Y como ve a su partido tras lo ocurrido en otoño en Ferraz?

--Con cierta preocupación pero también esperanza porque estamos demostrando que somos capaces de hacer políticas en el Parlamento con medidas tangibles. Eso me tranquiliza.