El proyecto para dar uso a la Torre del Agua continua bloqueado y por el momento sigue sin haber fecha para la apertura de este inmueble, uno de los emblemas de la Expo del 2008, casi cuatro años después de que la CAI --actual Caja3-- firmase el contrato por el que se le cedía este espacio durante 20 años. El secretismo y las declaraciones enfrentadas en torno al futuro de la torre siguen siendo la tónica general. Ayer mismo, el teniente de alcalde de Cultura, Jerónimo Blasco, aseguró que Zaragoza Expo Empresarial estaba trabajando para rescindir el contrato con la entidad financiera. Desde el Gobierno de Aragón se respondió, sin embargo, que se ha dado "un tiempo" a Caja3 para que pueda resolver sus problemas.

Desde el Ejecutivo aragonés, y dado que se está en plena negociación, no quisieron confirmar las declaraciones de Blasco sobre el hipotético fin del contrato con la entidad. Ni tampoco especificar cuál es ese plazo de tiempo dado a la caja --en pleno proceso de despido colectivo previo a su fusión con Ibercaja-- para dar una solución a su compromiso con la Torre del Agua, donde se iba a instalar un museo de la ciencia.

Eso después de que Blasco indicase ayer a preguntas de Chunta en la comisión de su área que en este momento "se está negociando una salida del contrato". De hecho, apuntó, las expectativas creadas por la celebración de la presentación de Volskwagen en el recinto Expo abren a este espacio posibilidades de otros usos, al margen del proyecto museístico.

En concreto, Blasco casi dio por hecho que la solución pase por que el sector privado use el recinto para la presentación de eventos, en un pack conjunto con el Palacio de Congresos, y habilitando la última planta de la Torre del Agua como espacio de restauración. Una opción que no es nueva, tal y como adelantó este diario en diciembre, pero que sigue sin confirmación oficial por parte de la DGA, que posee la mayor parte del accionariado de Expo Empresarial.