La moción que ha presentado Chunta Aragonesista para el próximo pleno en la que se pide la retirada de todos los símbolos religiosos en el Ayuntamiento de Zaragoza, incluido el crucifijo que preside los plenos municipales, provocará que por primera vez se evidencie la división en el seno del PSOE --y del propio Gobierno-- sobre esta cuestión. Y es que el portavoz del grupo, Carlos Pérez Anadón, anunció ayer en junta de portavoces que el partido ha decidido dar libertad de voto a sus concejales para que se posicionen a favor o en contra de la medida.

Una decisión que podría interpretarse como un pulso entre el alcalde, Juan Alberto Belloch, y el propio Pérez Anadón, en el que todo apunta a que finalizará en empate. El primer edil ya manifestó la semana pasada su intención de votar en contra de la moción, dijera lo que dijera el partido, y a él le secundarán el vicealcalde, Fernando Gimeno, el teniente de alcalde de Cultura, Jerónimo Blasco, y las concejalas delegadas de Participación Ciudadana y el Mayor, Isabel López, y de Régimen Interior, Lola Ranera. Aunque algunos ediles podrían llegar a abstenerse.

No estará solo en la votación, pero podría darse la circunstancia de que Belloch acabara votando lo mismo que el Partido Popular, que si quiere impedir la obligación de retirar los símbolos religiosos debería votar en contra. De hecho, por primera vez el alcalde se dirigió al portavoz del grupo municipal conservador, Eloy Suárez, para comentar su decisión de dar libertad de voto a sus ediles y su intención de rechazar la moción.

Mientras, desde CHA, su portavoz, Juan Martín, explicó que la intencón de esta moción solo es "cumplir con un compromiso electoral nuestro que es aplicar la aconfesionalidad de las instituciones en el ayuntamiento", y recordó que "lo hemos solicitado en cuatro ocasiones en junta de portavoces y en varias reuniones, y no nos ha quedado más remedio que llevarlo al pleno".