El rechazo, el pasado martes, del Partido Popular en el Congreso de los Diputados a la enmienda presentada por Chunta a los Presupuestos Generales del Estado para que el Ministerio de Fomento cediese la titularidad de la avenida Cataluña al Ayuntamiento de Zaragoza ha desatado un aluvión de críticas. Empezando por las de la Asociación de Vecinos Ríos de Aragón, que había pedido al portavoz popular en el consistorio y diputado nacional, Eloy Suárez, que apoyase esta larga demanda vecinal.

"Esperábamos que Suárez hiciera valer su palabra y cumpliera su promesa", lamentaba ayer Jesús Fon, portavoz de la entidad ciudadana. "Estamos pendientes de las explicaciones que nos dé, a ver qué alternativas nos ofrece, y en función de las mismas nos plantearemos qué pasos seguir".

Los vecinos esperaban que se produjera esta cesión para que el ayuntamiento pueda empezar a acometer las obras de remodelación que los habitantes del entorno de la antigua Nacional-II llevan años reclamando.

También entre los políticos ha habido reacciones. "Es la peor avenida de toda Zaragoza. Al no ser propiedad del ayuntamiento, por ejemplo, conseguir un semáforo, nos costó once años de trámites", denuncia Ángel Gálvez, portavoz del PSOE en la junta de distrito de Santa Isabel.

La concejala de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Campos, aseguraba ayer que con esta decisión "se ha perdido una buena oportunidad para seguir mejorando un vial importante de la ciudad".

Por su parte, la agrupación local de UPD había apoyado la petición vecinal. Sin embargo, sus parlamentarios se abstuvieron en la votación en el Congreso. Según Javier Puy, coordinador de UPD en Zaragoza, "nos preguntaron nuestros compañeros de Madrid y les recomendamos la abstención porque la enmienda hablaba de una dotación económica para unas obras, pero no mencionaba específicamente la cesión de la titularidad. Cuando se pida claramente, votaremos a favor", justificó.