El Salud se opone frontalmente a la posibilidad de ampliar la tasa de reposición de los efectivos jublados más allá del 10% establecido actualmente.

La Administración sanitaria ha elaborado un Plan de Ordenación de los Recursos Humanos, por el que pretende forzar a la jubilación forzosa por edad --65 años-- a 2.368 personas hasta el 2017, una medida que los sindicatos valoran positivamente siempre que sirva para crear empleo y a la reposición de plazas y no a su amortización.

Pero el sindicato médico CESM, tras una reciente reunión con el Salud, criticó con dureza el planteamiento porque, en su opinión, "no reúne los requisitos para ser un plan de recursos humanos y ni siquiera para ser un plan de jubilaciones, ya que no contempla el medio plazo" y advirtió de que "se trata pura y simplemente de un ERE para reducir la plantilla de médicos".

Para el sindicato, el plan, que persigue la jubilación forzosa a los 65 años con unas condiciones prácticamente imposibles de cumplir para obtener prórroga, "no contempla la definición de plantillas, que consideramos paso previo e imprescindible y tampoco se han tenido en cuenta ninguna de las peticiones que les hemos hecho llegar reiteradamente, como un periodo de adaptación de la jubilación actual a la de los 67 años y garantías de reposición de efectivos jubilados".

Según los facultativos, el Salud responde que "la jubilación se contempla, en la actualidad, a los 65 años y la tasa de reposición en Sanidad es del 10% y no es posible ampliarla". Asimismo, CESM asegura que la Administración admite que se trata de una medida "de alcance económico para cumplir presupuestos".