El municipio de Pastriz, en el entorno de Zaragoza, está a un paso de ver sensiblemente reducido el servicio de autobús que lo une con la capital aragonesa. Si el ayuntamiento no consigue llegar a un acuerdo con Movera y con la capital aragonesa, a partir del 1 de noviembre se pasará de los 32 vehículos diarios actuales (16 en cada sentido) a solo cuatro, dos por la mañana y dos por la tarde. La causa de esta situación es que el consistorio de Pastriz no puede asumir el coste del servicio, cifrado en 12.000 euros mensuales, debido al delicado estado de sus finanzas.

"La relación Pastriz-Zaragoza es una línea ruinosa", aseguró ayer el alcalde de Pastriz, José Miguel Ezquerra. "Lo usan muy pocos vecinos, unos 70 al día, y ya acumulamos una deuda con la compañía de transporte de 140.000 euros", indicó.

Ezquerra, que hoy se reunirá con el director general de Transporte de la DGA, Jesús Díez Grijalbo, trata de que la alcaldía del barrio de Movera autorice que algunos autobuses que llegan de Zaragoza alarguen su recorrido hasta Pastriz.

"Se trata de que realicen tres kilómetros más, pero de momento no hemos obtenido resultado", afirmó el alcalde de Pastriz, que sostiene que esta alternativa permitiría al Ayuntamiento de Zaragoza recaudar 70.000 euros al año.

SIN SITIO PARA MÁS "Tal y como están las cosas, la línea es insostenible, con solo una media de 4,5 viajeros por autobús", reconoció Ezquerra. Con todo, subrayó que el transporte colectivo desarrolla un buen papel y es utilizado por personas mayores, trabajadores y estudiantes.

Lo peor, sin embargo, es la deuda que atenaza al Ayuntamiento de Pastriz, que asciende a 385.000 euros, heredada de la pasada corporación. "Con el plan de pago de deudas a proveedores pudimos hacer frente a 178.000 euros, pero aún quedan pendientes más de 200.000 euros que no encajaban en esa figura porque se trata de deudas con determinadas entidades", explicó el alcalde de Pastriz.

"No llegamos a un acuerdo para alargar el recorrido hasta Pastriz porque, sencillamente, en los autobuses que salen de Movera y llegan aquí ya no cabe nadie más", manifestó, por su parte, Ismael Abadía, alcalde de Movera, barrio zaragozano con 3.200 vecinos.

"En Movera, aparte de sus habitantes, existen una escuela-taller de Ozanam y un instituto que mueven a numerosos alumnos, y lo normal es que, a determinadas horas, no haya espacio suficiente ni siquiera para los de aquí", agregó Abadía.

En su opinión, no se trata de un caso de falta de solidaridad, sino de que los vecinos de Movera, que aspiran al servicio de TUZSA, desean una comunicación "fluida" con Zaragoza.