El Servicio de Mediación del Casco Histórico, un equipo profesional que atiende conflictos vecinales, lleva funcionando algo más de dos años, desde mediados del 2010, y cada vez está más integrado en el barrio. Teresa Ortega, coordinadora del servicio, que desarrolla la Asociación Amediar, comenta que actualmente se puede hablar de un 60% o incluso un 70% de éxito. Lo que ha provocado que en los últimos tiempos haya habido una importante mejora en la aceptación de la mediación "como vía para resolver conflictos".

Este servicio ha aumentado notablemente el número de atenciones en los últimos meses. De hecho, aunque todavía no se han visto obligados a imponer una lista de espera, han llegado a tener abiertos cinco casos intergrupales (los de más compleja resolución) y cuatro interpersonales al mismo tiempo.

Entre los casos abiertos, Ortega destaca la iniciativa Viernes a regar, que trabaja el problema de la acumulación de residuos. En este barrio, asegura, el vertido de basuras debe hacerse en los portales de manera individual ya que la estrechez de las calles impide pasar los camiones, pero el desinterés de algunas personas hace que surjan conflictos. Para evitar los puntos de acumulación de suciedad, los servicios municipales, en colaboración con los mediadores, limpian la zona y sustituyen la basura por grandes maceteros. El siguiente paso es lograr que los vecinos "se impliquen en el cuidado de estas plantas conjuntamente".

RUIDO Otro asunto en pleno proceso de mediación, y que se multiplica en épocas de calor como la presente, es la ocupación de solares por parte de niños y mayores a altas horas de la madrugada. El buen tiempo invita a jugar en la calle y a charlar en voz alta, algo que provoca problemas de ruido en una zona con las casas muy próximas. El servicio quiere hacer entender a ambas partes que, "si se cede, los dos pueden ganar". También la acumulación de locales de ocio en la calle Contamina perturba el descanso de los vecinos que han recurrido a la mediación como vía previa a la judicial.

El proyecto, que depende de la oficina del Plan Integral del Casco Histórico (PICH), dedica toda la financiación al equipo que, aunque actualmente solo cuenta con cuatro profesionales, esta pendiente de la firma del convenio de este año para contratar a siete más. Estas incorporaciones son vecinos de la zona que durante el año pasado realizaron un curso en mediación gracias a una beca. "Son de diferentes nacionalidades y enriquecerán este proyecto" afirma Ortega, que también se muestra deseosa de que el proyecto se extienda por otros barrios.