El tranvía de Zaragoza superará en su primer año de actividad el umbral que define la viabilidad financiera del proyecto: los diez millones de usuarios. A pesar de que está funcionando solo en su primera fase, entre Valdespartera y Gran Vía, y de que no llega a atravesar la zona más céntrica del trazado completo, las previsiones que manejan ahora los técnicos del Ayuntamiento de Zaragoza y de la sociedad Los Tranvías de Zaragoza apuntan ya a que se superará esa barrera con facilidad. Un resultado que tiene una trascendencia mayor que la de celebrar la aceptación de este nuevo medio de transporte en la ciudad, supondría un aval más que suficiente para obtener financiación de cara a una futura ampliación de la red. Ganarse esa confianza era algo que no se esperaba para este primer año de funcionamiento.

Las estimaciones que hacen los técnicos ahora superan en mucho esas previsiones que se hicieron hace apenas medio año. Después de pasar el mes de septiembre, donde se han obtenido más de un millón de viajeros, de que la media haya pasado de los 30.000 usos diarios de antes del verano a los más de 40.000 actuales, ahora los cálculos son más ambiciosos. De hecho, para el primer año de actividad se apuntaba que rondaría los seis millones de usos. Ahora casi se duplicaría.

SEGUNDA LÍNEA Por otra parte, los resultados y cálculos que se dan para esa primera fase de la línea han hecho que se disparen también los referidos a la segunda. Ahora los técnicos prevén que cuando el tranvía llegue hasta Parque Goya, incluyendo en el recorrido las paradas de Independencia, Coso y César Augusto, y el paso por el Actur, se superarán los 40 millones de usuarios al año, un 25% más que los 30 que se estimaban hace seis meses.

Su irrupción en el transporte público de Zaragoza está dando mejores resultados de los esperados porque se ha demostrado como un medio de transporte de alta capacidad que complementa las diferentes rutas de autobús que enlazan con todos los barrios de la ciudad. Pero, sobre todo, porque los usuarios se han visto abocados a utilizarlo forzosamente para hacer recorridos que antes hacían en las líneas de TUZSA. Al desaparecer estas del eje tranviario el tranvía se queda como única alternativa para ellos. No en vano, al contar con transbordo gratuito, el coste para el usuario no se incrementa.

Esta fórmula, totalmente intencionada, permitiría llegar con garantías al final de las obras de la segunda fase para poner en marcha la elaboración del proyecto para la segunda línea del tranvía en la ciudad, la que está llamada a conectar Delicias con San José y Las Fuentes. Un proyecto igual de costoso que el eje norte-sur actual y para el que hará falta la confianza de las entidades bancarias que faciliten financiación para su ejecución.