La llegada del tranvía a la plaza de España no solo supondrá un hito histórico por regresar al centro de Zaragoza de este medio de transporte sino que, además, desde el punto de vista de la explotación de la línea, también se traducirá en un impulso importante al servicio. Las estimaciones que manejan tanto el Ayuntamiento de Zaragoza como la sociedad Los Tranvías calculan que la ocupación aumentará "hasta un 15% más". Un incremento que supondrá incorporar "unos 5.000 viajeros diarios" adicionales a los 40.000 de media que mueve el actual trazado Valdespartera-Gran Vía.

Solo dos paradas se incorporan al trayecto actual y el perfil del usuario potencial de ambas es bien distinto. Así, el que suba o baje en el andén de la plaza Aragón será, mayoritariamente, muchos de los que ahora lo hacen en Gran Vía, una parada que, no en vano, acapara el 30% de los usuarios totales del trazado que se realiza ahora. "Es muy probable que se dé una redistribución entre estas tres paradas, ya que tanto en la plaza España como en la de Aragón hay muy cerca una parada de autobús en la que paran muchas líneas con una importante ocupación", explicó el gerente de Los Tranvías de Zaragoza, Alejandro Moreno.

INTERMODALIDAD Una intermodalidad que también se dará en la plaza España pero que añade un aliciente mayor: ser la parada más próxima al centro, la más cercana a los juzgados, al ayuntamiento para hacer gestiones, o a la plaza del Pilar, paseo Independencia, Mercado Central o los numerosos puntos de interés del Casco Histórico que atrae a miles de ciudadanos cada fin de semana.

Son los puntos que más usuarios puede atraer a la línea del tranvía, pero ahora se añade un nuevo ingrediente a tener en cuenta: la conexión con los barrios del norte de Zaragoza. Las líneas de autobús que conectan con ellos no siempre paran cerca de la parada de Gran Vía, y sí en cambio cerca de la plaza España, que puede convertirse en el eslabón de enganche para ir más rápidamente a los hospitales (Miguel Servet o el Militar de Vía Ibérica), campus de San Francisco, o La Romareda, centros de afluencia que, según destacó Alejandro Moreno, "por proximidad puede atraer a muchos usuarios del autobús del entorno de Coso, San Miguel y la avenida César Augusto".

LOS HÁBITOS En cuanto a los hábitos de los usuarios, no se prevé que cambie mucho el uso habitual que ahora se hace del tranvía, con una notable diferencia entre el uso que se le da en días laborables y en fines de semana y festivos, cuando se registran "poco más de 20.000 usos de media", la mitad de la media diaria de este transporte.

Mientras, desde Los Tranvías destacaron que superar los 17 millones de pasajeros no es el único logro que atesora la línea. La rentabilidad que se mide por el número de viajeros por kilómetro es más alta que la que obtienen otras ciudades. "Los 40.000 viajeros de media que mueve Zaragoza se da en ciudades que tienen más de 15 kilómetros de recorrido, con con 6,5", señaló Moreno.

Un uso del transporte público que, por otra parte, se traslada al estado del tráfico rodado en los viales más céntricos. En ellos se está produciendo un descenso en la intensidad media diaria que soportan. Por ejemplo en Independencia, que desde que tiene un solo carril por sentido registra unos 3.200 vehículos diarios en sentido hacia la plaza España y unos 3.500 hacia plaza Paraíso.

En mayo del 2011, con tres carriles por sentido, eran 12.800 y 7.100, respectivamente, un 75% y un 51% menos. En total, se ha pasado de los 19.900 vehículos a 6.700, un 66% menos.