La potencialidad de la línea del tranvía con los tramos de la margen izquierda en servicio comercial apuntan a registros que superan con creces los que ahora está obteniendo la línea cuando solo conecta Valdespartera con la plaza del Pilar. Estimaciones que señalan que cuando llegue hasta Parque Goya se moverán más de 3.500 viajeros en las horas punta del servicio atraídos por centros educativos y de actividad comercial que prevén sumar una ocupación mucho mayor a la actual y que, además, contempla un mayor trasiego de viajeros en dirección al centro desde la parada de la avenida Academia General Militar, 1.973 de media, que en el sentido contrario, con 1.566 usuarios.

UN 15% MÁS Esta es la carga máxima estimada en el proyecto de la línea, unos cálculos que, además, podrían suponer un mínimo, ya que en los tramos que se han ido inaugurando anteriormente las expectativas se han visto mejoradas. Por ejemplo, la parada de las Murallas, por donde se preveía mover a unas 1.408 personas en hora punta y ya ha alcanzado las 1.619, un 15% más.

Una estimación que, aunque inferiores a la parada que da entrada a la plaza del Pilar, también apuntan a datos importantes antes de la explotación comercial. Como la de la Chimenea, por donde se prevé que pasen 1.306 viajeros en hora punta, la de María Montessori, con 1.311, o los 1.145 de la de León Felipe, 823 a la altura de Pablo Neruda, 553 en Adolfo Aznar, 351 en Antón García Abril, 260 en Campus Río Ebro, 176 en la de Juslibol o 96 en Parque Goya. Son datos que apuntan cómo se repartirá el flujo de pasajeros en la margen izquierda.

En el sentido contrario, se prevé que en la terminal de la avenida Academia General Militar puedan subir unas 33 personas, sean 139 cuando pase por Parque Goya, 239 al llegara a la parada de Juslibol, 327 al arribar al campus, 590 en Margarita Xirgú, 883 en Legaz Lacambra, 1.222 en Clara Campoamor, 1.385 al llegar a la altura de la calle Rosalía de Castro, 1.376 al paso por la Escuela de Artes, y 1.524 en La Chimenea.

Por otra parte, hay una incógnita por despejar sobre la futura reordenación de autobuses. Se mantendrán todas las líneas actuales hasta que se adjudique la nueva contrata, pero el Gobierno sopesa revisar algunas frecuencias para adecuarlas a la nueva oferta que ofrecerá el tranvía a partir del 26 de marzo. Algunas podrían reducirse, aumentando el tiempo de espera en la parada, sobre todo en las que van en paralelo al tranvía.