El patrimonio conocido del Arzobispado de Zaragoza sigue incrementándose, a medida que las investigaciones del Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) desvelan lo fructíferos que fueron los 80 en este ámbito para el por entonces arzobispo --hoy emérito-- Elías Yanes.

Si hace unas semanas se conocía que la archidiócesis inscribió a su nombre la catedral del Salvador, la Seo, el catálogo se amplía ahora a las iglesias de La Magdalena, San Juan de los Panetes y Santiago el Mayor. Que comparten con la primera el haber sido objeto de caras restauraciones con dinero, al menos en parte, público.

INTERPRETACIONES

Estas inscripciones se sucedieron entre los años 1987 y 1989 --la de la Seo fue en 1988--, una década antes de que la reforma legal del Gobierno de José María Aznar permitiese específicamente a la Iglesia inscribir los templos sin titularidad conocida, lo que se conoce como inmatriculación. Esta posibilidad ha sido aprovechada en casos que han despertado una gran polémica, como la Mezquita de Córdoba.

Estos de Zaragoza tienen la agravante de que fueron realizados sin esta cobertura legal, cuando la norma solo reflejaba la posibilidad de inscribir otro tipo de bienes y terrenos. Pero las leyes vigentes entonces tienen dos interpretaciones: una, que los templos fueran excluídos de los supuestos porque no se podían registrar, y otra porque no hacía falta. El reglamento hipotecario citaba de hecho la "titularidad notoria" de estos inmuebles.

Algo parecido, la posesión pacífica "desde tiempo inmemorial" es lo que usó el Arzobispado de Zaragoza como argumento para la inmatriculación, aunque estos casos, dada la ambigüedad, quedaron a criterio de los registradores.

Sea como fuere, MHUEL critica el privilegio legal que permite a los obispos ejercer como notarios a la hora de certificar la propiedad, e incluso insinúa la "intencionalidad" del arzobispado al adquirir inmuebles que luego fueron restaurados.

Insta a las administraciones públicas --hasta ahora sin éxito-- a que intenten litigar por la propiedad de estos bienes, que aunque sean destinados al culto deberían ser de propiedad pública, insisten. Más aún cuando, en los cuatro casos conocidos hasta ahora en Zaragoza, los templos --todos ellos declarados al menos BIC y PAC-- han recibido ayudas públicas para su restauración.

Así lo hizo la de Santiago el Mayor --ubicada en la avenida César Augusto, frente a la plaza Salamero--, en el año 2000. Y La Magdalena, uno de los máximos exponentes del mudéjar, en sus dos fases de restauración desde el 2002 al 2007, y que solo en parte pagó el Arzobispado ,ya como propietario. En San Juan de los Panetes, las ayudas llegaron sobre todo en la remodelación general de la plaza.