La Comisión de Primavera de la Confederación Hidrográfica del Júcar, celebrada ayer en Valencia, acordó que el embalse del Arquillo de San Blas, en Teruel, recupere la normalidad y usos que quedaron restringidos en su día por la falta de agua.

De este modo, podrá atenderse el uso urbano al 100% con agua superficial para el abastecimiento y, en lo que al Ayuntamiento de Teruel hace referencia, los usos que quedaron cortados en su día debido a la falta de agua, entre ellos, el baldeo de las calles y las fuentes.

La presidenta de la confederación, María Ángeles Ureña, anunció que las reservas existentes en la actualidad permiten adoptar esta medida en este y otros embalses que, de este modo, podrán afrontar la próxima campaña de riego.

Respecto al del Arquillo de San Blas, la reserva actual rebasa ya los 13 hectómetros cúbicos, una cantidad suficiente para recuperar los usos habituales.

Asimismo, los regantes podrán disponer del agua necesaria que requieran cuando se inicie la campaña de riego, como aseguró ayer la presidenta de la confederación, que se congratuló de la posibilidad de recuperar la normalidad.

La pasada semana, el Ayuntamiento de Teruel anunció que solicitaría ayer a la Confederación Hidrográfica del Júcar aumentar el porcentaje de abastecimiento de agua de boca para la ciudad hasta el 70%, frente al 50% actual, después de que las reservas de agua se hayan incrementado notablemente con las últimas lluvias. En la actualidad, la ciudad se abastece de agua al 50% del embalse y al otro 50% de los pozos de San Blas y Caudé, debido a los problemas de sequía que se sufrían.

La petición la trasladó un representante del consistorio, que y pospone «dulcificar» las medidas restrictivas como el cierre de las fuentes públicas.