Carlos Martí S. G. negó ayer ante la Audiencia Provincial de Zaragoza que «en ningún momento», en febrero del 2016, mantuviese encerrada dos días a su pareja, y la agrediera quitándole el móvil para que no pudiera contactar con su familia. El hombre afirmó que tenía sus llaves para irse y que las lesiones que presentaba pudieron derivar del lupus que padece, por el que le salen manchas. Algo que la forense negó, ya que distinguen «perfectamente» un golpe de una mancha.

La víctima, visiblemente nerviosa, sentada a un metro escaso de su presunto agresor, reiteró que la encerró y agredió, por lo que la Fiscalía pide para él más de seis años de cárcel.

La defensa alegó que ella publicó en Facebook durante su supuesto aislamiento, y que luego siguió conviviendo con él.