La compañía eléctrica Endesa ha informado hoy de que el carbón procedente de Carbonífera del Ebro, en Mequinenza (Zaragoza), "dañaría gravemente" las instalaciones la central térmica turolense de Andorra por lo que "no se le puede obligar" a quemarlo.

Endesa agrega que según un informe técnico elaborado por sus laboratorios en As Pontes, en la provincia de La Coruña, este tipo de carbón produciría "aún más daños en la central térmica de Andorra que las anteriores muestras analizadas".

En este sentido, la compañía eléctrica afirma en un comunicado que los problemas de Carbonífera del Ebro afectan a 34 personas y a sus familias, pero que la utilización del carbón de Mequinenza provocaría la "indisponibilidad" de la térmica de Andorra, que afectará a 350 empleados y a 500 trabajadores que pertenecen a las empresas mineras que aportan el carbón autóctono que utiliza la central.

El documento, titulado "Caracterización del carbón de Carbonífera del Ebro para su utilización en CT Teruel. Dirección de Producción Térmica", fechado el pasado día 21 de noviembre, ha sido hecho publico hoy por la compañía eléctrica.

En el mismo, Endesa afirma que está dispuesta a quemar 90.000 toneladas más de carbón aragonés, con la única condición de que cumpla las condiciones técnicas necesarias para asegurar el buen funcionamiento de su central andorrana, como ocurre con el que actualmente quema.

Una posición que "está plenamente en línea" con lo que se señala en el Decreto de Suministro del Carbón, que condiciona la extracción de 90.000 toneladas de Carbonífera del Ebro y su adquisición "por alguna central" a la emisión previa de un informe realizado por un órgano técnico independiente que avale que el empleo del combustible es compatible con el normal funcionamiento de una central térmica.

Este análisis técnico se ha realizado en los laboratorios de Endesa en As Pontes y ha sido ratificado posteriormente por el Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía, centro tecnológico vinculado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla, ha informado la compañía eléctrica en un comunicado.

Aunque dicho análisis se ha realizado sobre muestras de carbón que habían sufrido un proceso de lavado con "la esperanza" de facilitar su mejor combustión, el informe concluye que "este tipo de carbón produciría aún más daños en la central térmica de Andorra que las anteriores muestras analizadas, incluso utilizado en muy pequeñas dosis".

Asimismo, el documento señala que la utilización del carbón actual de Carbonífera en el "mix" de la central turolense es "aún más difícil, ya que, debido al lavado, aumentan a la vez el poder calorífico y el contenido de azufre, lo que supone limitaciones operativas en el funcionamiento de la caldera y la desulfuración".

Y que los inconvenientes se agravan aún más si se necesita formar un "mix" que cumpla con los nuevos límites de emisión establecidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI).

Así pues, este documento "confirma" que las nuevas muestras de carbón lavado darían lugar a mayores daños en la central que los que ya produjo en su momento el consumo del procedente de la misma explotación.

Por consiguiente, dado que el preceptivo informe técnico confirma la imposibilidad de que se haga un uso adecuado de este carbón en la central de Andorra, "la estricta aplicación de lo especificado en el Decreto antes citado indica que Endesa no está obligada a utilizarlo".

También indica la compañía que "ya ha hecho sus deberes, reordenando su producción térmica en función de las condiciones de mercado, adaptándose a las normativas nacionales y europeas, y asumiendo los costes derivados de todo ello, según corresponde al ejercicio de su responsabilidad como empresa privada".

Por ello, entiende que es lógico plantear que otras empresas privadas hagan otro tanto, sin trasladar sus problemas a otros agentes, afirma.

Y recuerda que ha mantenido a lo largo de todo este tiempo reuniones constantes con todas las partes implicadas, mostrando su disponibilidad al diálogo, manteniéndoles informadas de la situación e, incluso, planteando iniciativas alternativas que puedan dar una solución a los afectados mediante la contribución de todas las partes.

No obstante, entiende que "no se le puede obligar quemar un carbón que daña gravemente sus instalaciones, ni a asumir en solitario los costes de una situación que no ha provocado".