La mujer de 62 años que presuntamente causó el incendio mortal de la residencia Santa Fe, en el que murieron ocho residentes y otros 12 resultaron heridos, fue encarcelada anteayer por la tarde por orden judicial y permanece interna en la prisión de Zuera. La residente, María del Carmen A. S., estaba incapacitada judicialmente por problemas psiquiátricos, por lo que teóricamente no era responsable de sus actos y era inimputable, como sucede con los menores de 14 años. Pero aparentemente el parecer el juez, a la luz de las pruebas aportadas al procedimiento, ha revocado esta condición.

La orden de tomarle declaración partió del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, que investiga la causa. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil acudieron al hospital Clínico, donde permanecía ingresada, por la mañana, y la trasladaron al juzgado de guardia, función que ayer asumía el Instrucción 3. Tras tomarle declaración, la jueza decretó su ingreso en prisión provisional, y fue trasladada a Zuera por la tarde.

La causa permanece bajo secreto de sumario, aunque las diligencias alcanzan ya un volumen de dos tomos. Sin contar las practicadas el viernes con motivo de la detención y el informe de los especialistas en análisis de incendios de la Guardia Civil de Barcelona. Este análisis aún no ha sido aportado, según aseguraron fuentes del instituto armado, pero sí los interrogatorios a la dueña del establecimiento y los residentes.

Este diario no pudo concretar ayer qué cargos se le imputan a la ahora encarcelada, pero presumiblemente serían de homicidio o incendio con resultado de muerte.

Fuentes jurídicas consultadas mostraron su extrañeza por la retirada de la condición de incapacitada de la mujer, que hasta ahora se había dado por sentada. Aunque indicaron que cabría la posibilidad de que hubiese sido ingresada en prisión incluso sin modificar esta condición, si por ejemplo el hospital quisiera darla de alta y no hubiese una instalación psiquiátrica con las condiciones necesarias para asegurar su vigilancia.

María del Carmen A. S. fue incapacitada judicialmente hace al menos un par de años, tras ser arrestada por acuchillar a su marido. Antes, según publicó en su día este diario, había tenido al menos otro episodio de agresión a su pareja con unas tijeras.

El día del incendio de la residencia, según los relatos de la cuidadora y los pacientes que estaban despiertos, la mujer, que ya tenía un comportamiento conflictivo en el centro, estaba especialmente alterada tras haber mantenido una discusión telefónica con su hijo.

En un momento dado, abandonó la sala de la televisión y al rato acudió avisando de que había un incendio. Mientras la cuidadora daba la alarma y trataba de sofocar las llamas vaciando hasta dos extintores --el primero, según fuentes consultadas, no funcionó--, la presunta pirómana ahora encarcelada se sentó en un balancín del patio, indicando incluso a la cuidadora que no entrase, que se iba a quemar.

La actitud tranquila de la mujer viendo las llamas fue llamativa incluso para los bomberos y policías locales que se desplazaron allí en las primeras horas de la madrugada del 12 de julio, justo después de los primeros vecinos que acudieron a ayudar a la cuidadora.

Hasta anteayer, la presunta autora del fuego --aún no determinado por el informe de la Guardia Civil-- había permanecido ingresada en Psiquiatría del Clínico (tras un breve paso por el Royo Villanova), sin prestar declaración dada su condición de inimputable, según ha ido reiterando la Guardia Civil.