El nuevo obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Carlos Manuel Escribano, afirmó ayer que, en su llegada a esta tierra, tiende la mano al pueblo riojano "para construir una sociedad más justa", dijo.

Este es uno de los objetivos que se marcó Escribano, hasta ahora obispo de Teruel, en su primera homilía tras la toma de posesión que se celebró en la catedral de Calahorra. Su nombramiento fue ratificado por el Nuncio apostólico, Enzo Fratini.