Pese a que en Zaragoza sean extraños los ataques informáticos a las empresas, a nivel internacional esta práctica no solo es abundante, sino que genera cuantiosas pérdidas a las compañías. Recientemente, un ataque informático a gran escala logró extraer 36 millones de euros de 30.000 cuentas bancarias de diversos países europeos y, según un estudio de IBM del año pasado, las alertas de seguridad informática alcanzaron los 15 millones diarios a nivel mundial.

No es extraño pues que las empresas se preocupen cada día más de tener cubierto este flanco, y el centro de estudios SEAS, en Zaragoza (calle Violeta Parra, 9), ofrece desde hace años un máster pionero en este sector, que al ser impartido a través de la red, en su mayor parte, concita el interés de alumnos de todos los países latinoamericanos. Este año alcanzan un 23% de los 107 alumnos con los que cuenta la promoción.

El curso, según explica uno de sus profesores, José María Megino, ofrece 1.500 horas de formación en seguridad y programación de redes de seguridad. En él, los alumnos aprenden a desarrollar las barreras de tal forma que no solo prevengan la sustracción de dinero, sino los bloqueos que ataques masivos de usuarios pueden causar en una web. Aunque, vista la acción de colectivos como Anonymous, esto es harto complicado.

Como explica Megino, "es un campo muy amplio", y aunque "el público en general ya está concienciado de no ofrecer claves ni números de cuenta, los delincuentes buscan nuevas vías de acceso". En este sentido, destaca los ataques a redes sociales para conseguir contraseñas y los virus y programas maliciosos específicamente para móviles.