Airways Aviation, la compañía australiano-británica que regenta la escuela de pilotos del aeropuerto de Huesca-Pirineos, duplicará su actividad a lo largo del primer semestre de este año. No solo habilitará más aulas, oficinas y espacios comunes a medida que reforme las antiguas instalaciones del aeródromo. Además, contará con más aviones, dado que pasará de los seis actuales a un total de 13, 10 monomotores y tres bimotores.

Este fuerte crecimiento, que se produce justo cuando la compañía lleva dos años afincada en la terminal oscense, permitirá a su vez incrementar el número de alumnos de manera notable. En la actualidad, son 16, en su mayoría de Kuwait y el Reino Unido, aunque haya momentos en que su número ascienda a más de 30. Con la ampliación, pasarán a ser medio centenar.

Y lo mismo pasará con los instructores, que en estos momentos son entre cuatro y siete y que tendrán que aumentar para atender a la creciente demanda.

El aumento de personal docente y de alumnos, a su vez, llevará a reformar la residencia, que tendrá 50 habitaciones, frente a las 11 actuales, al tiempo que se acometerá la creación de un servicio de comedor.

MÁS SIMULADORES

Pero no acabarán ahí los cambios. Además, habrá dos simuladores de vuelo más, aparte del que ya utilizan los futuros pilotos. «Todo esto proceso se desarrollará durante la primera mitad del año», subraya Pedro Ortiz López, jefe de vuelos de Airways Aviation en Huesca.

La empresa aeronáutica ha apostado fuerte por su ubicación en España tras su expansión por Asia y Oriente Medio desde sus bases operativas en Australia, Oxford y Montenegro.

Por otra parte, Airways Aviation alcanzó recientemente un acuerdo con Emirates para llevar a cabo el proceso de selección inicial de pilotos mediante unas pruebas que se hacen en ordenador. Los resultados se mandarán después a Emirates para que los evalúe su departamento de instrucción.

Todas estas inversiones son una señal de que la inversión aeronáutica en el aeropuerto oscense fue una decisión acertada. «Nuestra compañía buscaba un aeródromo en el sur de Europa y el de aquí ha resultado idóneo tanto por el tiempo meteorológico como por el escaso tráfico aéreo, que permite enseñar a volar en condiciones óptimas», explica Ortiz.

La especialidad de la escuela de Huesca es la formación de pilotos comerciales. Tras un periodo lectivo que oscila entre un año y 18 meses, los candidatos que superan las pruebas teóricas y prácticas obtienen una licencia que les capacita para la profesión.

PREPARACIÓN

Se les exige que realicen un total de 217,5 horas de vuelo, y en la terminal de Huesca completan 205, 155 en avionetas y 40 en un simulador. El coste del curso es de 90.000 libras o 103.923 euros. «En algunos casos, determinadas compañías aéreas, como Kuwait Airways, financia la formación de su futuros pilotos, pero en otros son las familias las que costean el curso», precisa el jefe de vuelos.

Las condiciones para entrar en la escuela, añade, «son muy estrictas». «No todo el mundo sirve para pilotar un avión», advierte Ortiz, que hace hincapié en la complejidad de los modernos aviones y en la necesidad de adquirir la experiencia necesaria para saber responder en todo tipo de situaciones.

De hecho, algunos de los aspirantes deben superar un curso de preparación, con una duración de 14 semanas, en el que se imparten conocimientos de Física y Matemáticas. Además, los candidatos deben tener un elevado nivel de inglés.