Cada día cientos de personas se ven obligadas a abandonar su lugar de origen en busca de un futuro mejor. Huyen de la pobreza, de la precariedad y de la guerra. Dejan atrás su pasado para seguir un difuminado hilo de esperanza que les permita volver a empezar y construirse una nueva vida, aunque sea a miles de kilómetros de su casa. Muchos de ellos llegan a España con la esperanza de encontrar aquí su sitio, trabajar y sacar a su familia adelante. Su predisposición por superarse son las mejores armas que tienen para vencer uno de los primeros obstáculos que se les presentan cuando llegan aquí, el idioma.

Los cursos de verano de español para personas extranjeras de la Casa de las Culturas de Zaragoza son de gran ayuda para ellos. El principal objetivo de este proyecto es favorecer el aprendizaje del idioma y facilitar su integración cultural. «Es una iniciativa que ha tenido unos resultados muy positivos», afirmó Luisa Broto, vicealcaldesa y consejera de Derecho Sociales.

Este año hay 175 estudiantes inscritos, la mayoría proceden de China, Gambia, Marruecos, Nigeria, Senegal, Ghana y Rumanía. «Del grueso que compone el alumnado, 50 de los admitidos provienen directamente de los dispositivos de los servicios sociales», comentó Broto. Además, aproximadamente 20 de ellos son solicitantes de asilo, integrados en este plan de estudios gracias a la actuación de asociaciones como ACCEM y Cruz Roja.

Las clases, de hora y media, las imparten cuatro profesores en turnos de mañana y tarde los lunes, miércoles y jueves. Los cursos que se ofrecen son de nivel básico, medio y de profundización. «La metodología y la división de los grupos no depende tanto del nivel de capacidad comunicativa sino del nivel de competencia escolar por la escolarización previa recibida en sus países de origen», explicó Paz López, coordinadora de la Asociación Educación para la integración Mosaico.

Los estudiantes experimentan diferentes problemas durante su aprendizaje dependiendo de su lugar de procedencia. Por ejemplo, los alumnos chinos en la diferencia de la tipología de la lengua. Otro de los inconvenientes que resalta López es la dificultad que sufre la población subsahariana, debido a que suele haber menos escolarizados y presentan más complicaciones en la competencia de la lectoescritura. El equipo organizativo presenta todo tipo de facilidades para conciliar la vida laboral y la familiar.