Como cada 12 de enero, ayer se celebró en Aragón el Día de la Cultura Gitana, una etnia de la que forman parte unas 21.000 personas. Esta jornada conmemora la primera mención histórica al colectivo, que tuvo lugar en un salvoconducto firmado por el rey Alfonso V el 12 de enero de 1425. En él les autorizaba a estar y recorrer las tierras de la Corona de Aragón y se solicitaba a todas las autoridades de los lugares por donde transitaran los egipcianos --término del que provine gitano-- que fuesen bien atendidos y tratados con benevolencia.

Bajo la premisa de convivencia entre etnias y culturas que mostraba el salvoconducto de 1425, el Ayuntamiento de Zaragoza y las entidades gitanas más destacadas de Aragón organizan desde hace algunos años las jornadas del Día de la Cultura Gitana. Como explicó la técnica de la Federación de Asociaciones Gitanas de Aragón (FAGA), Carmen Dual, este evento sirve para dar a conocer la cultura gitana al resto de la sociedad. Estas actividades sobre sus orígenes y traiciones atraen cada año a más asistentes.

Tradición

Uno de los símbolos de esta cultura es la vara, por ese motivo, la FAGA decidió dedicarle una exposición durante las jornadas que tuvieron lugar en la Casa de las Culturas de Zaragoza. Tradicionalmente realizadas con materiales naturales como almendro, ciruelo, roble o junco son un símbolo de poder y respeto. Hace unos 60 años su uso estaba generalizado, pero desde hace unos 30 se han restringido a los hombres de mayor edad de cada clan. Actualmente la portan única y exclusivamente los varones que superan los 50 años, explica Carmen Dual.

Cada vara --que se asemeja a un bastón-- incluye en la parte superior un empalme realizado con piel que sirve para agarrarla mejor. En la parte inferior se coloca una pieza de madera o metal para evitar el desgaste que supone el roce con el suelo. La exposición se completaba con dos varas realizadas en junco --más altas que las que se utilizan a modo de bastón-- cuya función es identificar en las bodas las personas que tienen autoridad para elegir quién sale a bailar.

Las jornadas también dedicaron una mirada al futuro en la charla que ofreció el presidente de la Coordinadora de Minorías Étnicas de Aragón (Cometa), Alfredo Giménez. En ella expuso que el siglo XXI ha supuesto un cambio generacional que, aunque algunos no quieran admitirlo, también se ha producido en los gitanos que tienen que aceptar algunos cambios pero sin abandonar su cultura. El presidente de Cometa también destacó que Aragón y Cataluña son las únicas comunidades que reconocen a los gitanos en su Estatuto de Autonomía.