La estación de autobuses de Zaragoza es una de las más sostenibles de Europa según el proyecto SUDOE Stop CO2. Hasta el momento, dieciocho terminales de todo el país están adscritas a esta iniciativa que promueve «la reducción del consumo energético y las emisiones contaminantes mediante la creación de una red de estaciones de transporte sostenible».

La instalación zaragozana tiene una certificación de cuatro árboles sobre un máximo de cinco, según establece el programa. Solo las terminales de autobuses de Vitoria, Pamplona y Donostia comparten con Zaragoza esta nota, situándose el resto con calificaciones de tres y dos árboles. Ciudades como Barcelona, Santander, Oviedo, Logroño, Cádiz o Sevilla participan también en la iniciativa.

La incorporación de la estación de autobuses de Zaragoza a la red de estaciones de transporte sostenible se logró una visita de evaluación el pasado mes de abril en la que se impuso en la gestión ambiental a Torrelavega, solo logró dos árboles, y a Santander, que se quedó en tres.

El programa, que cuenta con la colaboración de varios centros universitarios, asume que las estaciones de autobuses y trenes en las ciudades del sudoeste de Europa «consumen grandes cantidades de energía y emiten niveles de gases de efecto invernadero extremadamente elevados, lo que afecta a la calidad de vida de los ciudadanos y a la imagen de las ciudades». Por eso buscan «resolver las deficiencias de construcción de estos edificios para reducir su factura energética e impacto medioambiental».

En la inspección se tuvieron en cuenta aspectos como la superficie, el aislamiento térmico, el sistema de iluminación, la calefacción, el uso de energía renovable y también criterios de movilidad. Aunque el programa europeo tiene un apartado para los centros intermodales de transporte, en el caso de las estación de autobuses de Zaragoza solo se ha evaluado la parte que da servicio a los autobuses.