Una investigación promovida por la Asociación Cultural "El Patiaz" y la Universidad del País Vasco ha conseguido desvelar el tipo de dieta que llevaba la población islámica medieval de Tauste (Zaragoza), en función de los estudios realizados en la necrópolis de esta localidad.

La investigación se presenta esta semana en la reunión de la Sociedad Española de Mineralogía, informan desde la asociación cultural en una nota de prensa, que añaden que según el trabajo, la fuente principal de alimentación de la población musulmana de la época se componía de fruta, verduras y cereales.

La XXXV Reunión de la Sociedad Española de Mineralogía (SEM) se celebra en la Universidad Internacional de Andalucía, en Huelva, desde ayer y hasta el 3 de julio.

El estudio de paleodieta, publicado en el número 20 de la revista de la Sociedad Española de Mineralogía de julio de 2015, analiza muestras óseas y dentales procedentes de 30 individuos de la necrópolis islámica de Tauste para determinar la principal fuente de alimentación de los individuos.

Los análisis de isótopos de carbono y nitrógeno concluyen que tenían una alimentación basada en el consumo de plantas C3, grupo formado por la mayoría de las verduras, frutas y la mayoría de los cereales, y excluían otras como el mijo y la caña de azúcar.

Además, en el estudio se observan diferencias en la alimentación según el sexo de los individuos.

Este estudio forma parte de las acciones impulsadas por el "Observatorio Antropológico de la necrópolis islámica de Tauste", programa asociado al proyecto de investigación de la necrópolis que promueve la Asociación Cultural "El Patiaz".

El observatorio, creado en 2014 y dirigido por la antropóloga Miriam Pina Pardos, pretende desarrollar y difundir estudios científicos acerca de la necrópolis islámica de Tauste con el objetivo de conocer más de cerca la realidad antropológica de la sociedad musulmana medieval de la localidad.

Además, el grupo de trabajo de la UPV que ha realizado este estudio continúa trabajando en el análisis de las muestras para llevar a cabo nuevas investigaciones en torno a la paleodieta de la población islámica de Tauste en época medieval.

Después, se pretenden aplicar las conclusiones de la investigación de la paleodieta al ámbito social para poder establecer hipótesis sobre el marco socioeconómico en que vivía esta población, así como el origen y organización de sus recursos.

Desde la asociación explican que el descubrimiento de la necrópolis, con una superficie estimada de dos hectáreas, demuestra la existencia de una población estable y asentada en este lugar y que ésta no es anecdótica, como se creía.

El arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez, director de las excavaciones, estima una capacidad mínima de unos 4.500 enterramientos en esta necrópolis, que además presenta al menos dos niveles, lo que revela que era extensa en superficie y en periodo de ocupación.

Desde 2010, se han realizado cuatro campañas arqueológicas en las que se han recuperado restos de 44 esqueletos, posteriormente sometidos a un análisis antropológico básico.

Dentro del proyecto de investigación del cementerio islámico de Tauste, se planean en el futuro estudios de ADN y nuevas dataciones por C-14 para complementar las existentes, que sitúan la necrópolis entre los siglos VIII y XI, convirtiéndola en la más antigua de España documentada hasta ahora, junto con la de Pamplona.