La Semana Santa zaragozana tendrá este año una nueva adhesión a su rico patrimonio. La cofradía de la Eucaristía incorporará un nuevo apostolado a su paso principal de la Santa Cena. De esta forma, se completa la renovación de imágenes que comenzó en el año 2014 con la imagen del Señor, realizada por el imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga. Sustituyen a las que Elías García realizó en 1986.

De hecho, son las manos del mismo escultor trianero las encargadas de realizar las doce nuevas figuras que completarán el conjunto.

Ayer fueron presentadas en sociedad y bendecidas en una ceremonia celebrada en su sede, la iglesia del Perpetuo Socorro, en la avenida Goya de Zaragoza. Y volvieron a sorprender como ya lo hizo en su día el Cristo, con esa mirada serena a la vez que contundente.

Con ese nuevo apostolado se entiende el juego de miradas de Jesús y el cáliz, el cual es portado por la mano izquierda y con la derecha hace ademán de entregárselo a Pedro.

Las anteriores figuras no resaltaban la conversación que desde ahora se puede observar en el paso de costaleros, que este año tendrán que soportar un par de kilos más por cada uno de ellos.

RENOVACIÓN

El hermano mayor de la Eucaristía, Miguel Ángel Lasarte, asegura que esta renovación no estaba prevista. «Fue siempre un sueño, pero no pensábamos que se cumpliría, especialmente por el coste», apunta, si bien resalta que la idea la ofreció el propio imaginero encargado de la obra.

Lasarte defiende la apuesta por el escultor del barrio sevillano de Triana porque, en su opinión, «es el mejor imaginero contemporáneo, su obra tiene presencia hasta en el Vaticano».

«Encargamos en Sevilla lo que no encontramos aquí por no existir esos oficios ni esos artesanos». Pone por ejemplo que los faroles que abren su procesión están hechos en la capital hispalense por orfebres como «los que había en otros tiempos aquí, si bien tienen el toque de estar inspirados en el baldaquino de La Seo».

Esta cofradía cuenta con dos pasos, uno de Misterio, que es la Sagrada Cena, y otro de de Silencio, que es el Cristo del Amor Fraterno.

No obstante, el hermano mayor reconoce que ya hace tiempo que por su cabeza ronda la idea de incorporar un paso de la Virgen, si bien resalta que hay que pensar «que litúrgicamente tiene su sentido».