Durante cuatro años estuvo al frente de la galería Adolfo Damínguez. Ahora estrena nueva ilusión con Espacio de Arte NAzca (Francisco Vitoria, 6). Por allí pasarán artistas emergentes con grandes pesos.

--¿Por qué la nueva galería tiene esa vinculación con Nazca, las líneas peruanas?

--La sala lleva funcionando tres meses a escala experimental, y a través de un artista contacté con el dueño. La sala ya se llamaba Nazca, porque pertenece a una agencia de viajes. Y no me disgusta, al contrario, he creado un logo con esas manos.

--¿Qué pasó con la sala Domínguez?

--Que la empresa ha decidido cerrar la actividad, por razones internas...

--¿Conoció a Adolfo Domínguez?

--Sí, me entrevisté con él al principio del proyecto, en el 2009. Lo vi atento, ha sido un empresario interesado por las artes, y creando un valor añadido a sus artículos, pero en estos momentos han decidido que se cese la actividad.

--Pero veo que no para.

--No me pasó por la cabeza cesar mi actividad. El nuevo lugar está en planta inferior de la agencia con 200 metros de espacio, perfectamente equipada para exposiciones.

--¿Continuará el mismo tipo de tendencia?

--Sí, la filosofía es acoger artistas emergentes, especialmente aragoneses, y sin duda también grandes pesos. Tenemos configurado y cerrado todo el año con exposiciones. Inauguramos el 22 con el Colectivo Arteimagen.

--¿Después de este tiempo, cómo ve el mundo del arte?

--Bajo mínimos. Yo también soy coleccionista y llevo tiempo sin comprar. Se ven inversiones de grandes artistas, y en medio, muchos artistas muy buenos que no venden porque no son célebres. Actualmente se puede encontrar obra de maestros a unos precios increíbles...

--A cambio las grandes firmas no bajan el precio.

--Claro, son refugios de inversión, pero es algo que no tiene que ver con el arte.

--¿Por qué sigue apareciendo gente que quiere pintar?

--Cada día hay más gente que pinta, que escribe, que hace música... En la Asociación Goya hay unos 300 artistas y ven que tienen que compartir su tiempo con algo laboral. Se acaba de convertir todo en un hobby.

--¿Qué papel tiene Aragón, qué pintamos?

--Muy poco. La mayoría de los artistas consagrados viven fuera. Realmente Aragón es un buen sitio para crear, pero hay que vender fuera.

--Pese a todo, ¿qué le ve al 2014?

--Hay que agarrarse al axioma de que la esperanza nunca se pierde; existe inquietud y se trata de ser autosuficiente, sin esperar ayudas que nunca van a llegar.