--¿Crisis?

--El nombre de crisis está tomado de la etimología griega, y dados los tiempos, la referimos a etapa de cambio.

--En este caso puede ser un cambio a peor...

--Ja, ja, así es. Nosotros hablamos de la evolución positiva hacia nuevas tendencias de vida.

--Ya no quedan revistas de análisis y pensamiento.

--Es cierto, ni siquiera en el escaparate nacional. Una revista como la nuestra con varias secciones, y encima con una edición en papel...

-¿Tienen dos ediciones?

--Claro, una gratuita para todo el mundo, online, digital, y otra en papel, con una tirada muy reducida, para socios y amigos.

--¿Llega lejos la edición digital?

--En el primer número nos vieron artistas australianos y están colaborando. Escritores latinoamericanos también nos han enviado trabajos. Eso sí, hemos hecho una gran labor de difusión.

--Vargas Llosa escribió que vivimos un momento de la cultura del espectáculo.

--Precisamente por eso, por esa banalidad, por que todo es tan superficial, es buen momento para dirigirse a ciertas personas que esperan más profundidad. Este número está dedicado al ocio, desde el título Otium versus negotium. Es un monográfico muy oportuno.

--Sin duda.

--El ocio, que debe ser herramienta para el cultivo y sin embargo es una gran industria. El ocio es muy interesante, pero no el que nos quieren vender, todo no puede tener un precio. Y ahora el ocio siempre tiene una marca al lado. Cuenta que el mercado del ocio mueve a nivel mundial 52.000 millones de euros.

--Sin duda...

--El peor ocio es el aburrimiento, y el mejor sería el que te permite disponer de tiempo libre para pensar en tí mismo. El pobre tiene derecho a un ocio de galería comercial y el rico a uno de gran parafernalia. El pobre se va a Puerto Venecia y el rico se va a Venecia.

--¿Le ve escape?

--Nunca mejor dicho para definir estos momentos como de crisis. Le veo escape, porque el ser humano, si no vive de la esperanza acaba acorralado. El escape está en nuestros objetivos, pero cada uno desde su parcela debe aplicarse a ello.

--Usted tiene una gran afición por las artes plásticas.

--Sí, las artes plásticas permiten imaginar. Y por tanto, el arte no deja de ser una puerta al otro lado, donde está todo por descubrir. A sabiendas de que el arte hoy en día está muy controlado por el sistema, frente a aquellos artistas que tenían una actitud más salvaje, más impulsiva.