El director del Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR), Vicente Pinilla, ha dicho hoy que ante el problema de la despoblación no es cuestión de que Aragón llegue a los dos millones de habitantes sino de que la gente tenga las mejores condiciones posibles y pueda elegir donde quedarse.

Así lo ha apuntado a los medios con motivo de la presentación del informe "La despoblación en Aragón 2000-2016: tendencias, datos, reflexiones para el diseño de políticas" que ha dirigido y que supone una revisión de las medidas recogidas en el elaborado en el año 2000 a petición de la institución del Justicia de Aragón.

Un periodo en el que se ha pasado de una "explosión" con la llegada a Aragón de 137.009 personas entre 2000 y 2008, fundamentalmente extranjeros, a un periodo de "regresión demográfica" que ha supuesto que Aragón tenga ahora 20.000 aragoneses menos, no solo por la marcha de 4.341 inmigrantes sino a a la muerte de 16.000 que "no han sido repuestos", ha advertido el Justicia, Fernando García Vicente.

Pinilla ha recordado que el informe se encargó para analizar medidas con las que paliar la despoblación que afecta a Aragón y que "compromete su existencia", pero ha subrayado que "no se trata solo de hacer planes si no de ver los planes que se han hecho qué resultados han dado".

La pérdida de población en Aragón es, como ha reconocido García Vicente, un hecho histórico que ya queda plasmado en los fueros de Aragón con las cartas de población o repoblación a través de las que "como no teníamos tierras ofrecíamos derechos y libertades" y, según Pinilla, una tendencia "secular" desde principios del siglo XX, que en esta región no se detuvo tampoco a finales de la era "fundamentalmente porque las defunciones superaban a los nacimientos".

El autor del informe ha advertido no obstante que lo que pasa en Aragón es un problema de ámbito europeo y por eso se necesitan también políticas a este nivel, y que en general lo que deben es dar protagonismo a las personas a las que les afecta esa regresión demográfica, buscando un equilibrio en los servicios y que los recursos endógenos sean aprovechados.

Entre algunos de los problemas que detecta el director del CEDDAR es que en el medio rural parte de las ocupaciones siguen vinculadas al sector agrario, muy mecanizado y de temporada, mientras que las industrias, por ejemplo, se sitúan cerca de las grandes ciudades, donde tienden a ser más productivas, "lo que no quiere decir que no haya nichos de actividad que sean posibles de activar" como son, ha apuntado, las vinculadas al medio natural.

También cree que las escuelas son un factor "decisivo" y que "hay gente que se ha ido porque no hay escuelas", así como que la cultura tiene "enormes potencialidades" para que la población residente permanezca y que vean si "hay algo qué hacer interesante además de comer y dormir".

La importancia de la digitalización también es "enorme, esencial", a juicio de Pinilla, quien cree que es un asunto al que hay que dar prioridad, pero garantizar facilidades para emprender negocios.

No obstante, ha advertido de que se debe asumir la filosofía de que "no es posible tener de todo en todos los sitios pero sí facilitar la accesibilidad. Hay que ser imaginativos y flexibles para buscar respuestas específicas a cada cuestión".

Por ello, insiste en la importancia de la coordinación, en evitar duplicidades de las instituciones "además ser eficiente porque no hay recursos ilimitados para resolver estos problemas" identificando las iniciativas que puedan tener un mayor impacto, no perjudiquen y favorezcan la viabilidad de estos lugares.

Ahora bien, ha abogado por ser "sensatos y buscar los lugares donde pueden implantarse iniciativas" porque puede haber comunidades donde no son viables, ya sea por envejecimiento o porque no tiene interés ni iniciativas.

Respecto al interés del Gobierno de España de asumir el problema de la despoblación como una cuestión de estado, ha lamentado que de momento solo es una "fase declarativa; no hay nada concreto", por ello tiene "más confianza" en las medidas discutidas en Aragón, que "si se ponen en marcha lo que hay que hacer es evaluarlas en el tiempo", ha apuntado.

Por su parte, el Justicia cree que, entre otras cuestiones, debería analizarse porqué los trabajadores de determinadas profesiones como los médicos se van fuera y ha asegurado que la interinidad no es buena para fijar población y que también influyen las retribuciones.

Ha apuntado que se necesitan guarderías y residencias, que si las mujeres tienen trabajo "los hombres se quedan y si no se van a otro lugar" y que el empadronamiento es "fundamental" porque "genera un montón de problemas".

Pero también ha incidido en problemas como la financiación autonómica y en que habría que plantearse si se debe tener en cuenta el territorio o la población, ha abogado por cambiar los criterios de la PAC y en medidas de apoyo fiscal.