La operación desarrollada por el Seprona bajo la coordinación de la Fiscalía de Medio Ambiente es la primera actuación seria que impulsa una autoridad española en relación con el expolio del yacimiento celtíbero de Aranda de Moncayo, cuyas piezas están datadas entre los siglos IV y II antes de Cristo. Los arqueólogos apuntan que de allí salieron 18 cascos, de los que ocho han sido subastados. Hace tres años, la Fiscalía de la República Federal Alemana ordenó intervenir varias de esas piezas cuando iba a subastarlas una galería de aquel país. Las responsables de patrimonio españoles ni siquiera contestaron, por lo que la medida cautelar fue levantada.