La facturación de las exportaciones de la industria alimentaria en Aragón se incrementó en 2017 un 21 por ciento por encima de los 1.200 millones de euros y fue el sector cárnico el que experimentó un mayor crecimiento interanual, del 24 %.

Según los datos provisionales publicados por las Cámaras de Comercio y la Agencia Tributaria, las exportaciones del sector cárnico pasaron de los 622 millones de 2016 a 774 el pasado año, fundamentalmente por el crecimiento del mercado chino, al que llegan el 17 % de las exportaciones de este sector.

Otros sectores que crecieron en sus exportaciones fueron los derivados lácteos y quesos (12 %) y el de los vinos (5 %), informan fuentes de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón en una nota de prensa.

Por sectores, la industria cárnica fue la principal actividad exportadora, ya que alcanzó el 64 % de las ventas en el exterior, seguida de los vinos con el 10 % y los productos de bollería y derivados y los lácteos y huevos, con un 6 % cada uno.

Europa fue el principal cliente de la Industria Alimentaria de Aragón, con la recepción del 70 % de las exportaciones aragonesas de alimentación, seguida de Asia, con un 20 % (fundamentalmente del sector cárnico).

En el sector del vino, Europa supone más de la mitad de las exportaciones y Norteamérica alcanza ya el 30 %.

Los principales mercados europeos para las exportaciones aragonesas siguen siendo Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Portugal, países que suponen el 45 % de las exportaciones totales del sector.

El superávit de la balanza comercial de la Industria Alimentaria en Aragón superó los 820 millones de euros, lo que se aproxima a los 1.000 millones de euros si se contempla al conjunto del sector agroalimentario de Aragón, con un comportamiento muy similar a 2016 de las importaciones, que supusieron 378 millones de euros.

El alimentario es en Aragón el segundo sector industrial de la región, con un peso en su PIB junto al resto del sector agroalimentario cercano al 10 %.

A falta de datos definitivos, el sector facturó de forma global 4.100 millones de euros, consolidando su puesto como segundo sector industrial de Aragón.

El empleo directo generado por esta industria, según los datos de afiliados a la Seguridad Social, también superó el máximo de empleo directo, con 15.000 trabajadores, un 6 % de incremento sobre 2016.