El expresidente de Uruguay José Mújica asistirá el martes que viene en La Puebla de Albortón al homenaje que se rendirá en la localidad al fundador de la nación suramericana, José Gervasio Artigas, oriundo de este pequeño pueblo del Campo de Belchite. El acto, promovido por la Fundación Giménez Abad, consistirá en la inauguración de una plaza a su nombre y cuya primera piedra ya se colocó en noviembre del pasado año. El estreno de este nuevo rincón urbano estaba previsto hace unos dos años, pero problemas de agenda de Mújica, que dejó la presidencia en marzo pasado, impidieron llevar a cabo la iniciativa.

La Puebla de Albortón es el pueblo natal del abuelo de Artigas Arnal, militar uruguayo que protagonizó la revolución del Río de la Plata y es considerado como máximo prócer del país.

En reconocimiento a su figura, la localidad ha sido visitada en diversas ocasiones por altos cargos institucionales del país suramericano a lo largo de los últimos años y fruto de estos contactos nació el proyecto de construcción de éste simbólico espacio que se ubicará en un solar originario de la familia.

Se trata de una construcción simbólica y sencilla que invita al encuentro, al diálogo y a la reflexión, según explicó a principios de año Luis Peña, arquitecto comarcal y diseñador de la plaza, cuyo coste sobrepasó los 100.000 euro. El coste de los trabajos ha sido costeado por las Cortes uruguayas.

Los ancestros de Artigas eran de La Puebla de Albortón y, de hecho, sigue habiendo descendientes con ese apellido en la localidad, que tiene unos 130 habitantes. Los uruguayos consideran a su fundador un héroe nacional. De hecho, en el año 2010, una delegación de políticos de la nación suramericana viajó al pueblo aragonés y hacer oficial la compra de un solar de unos 250 metros cuadrados donde se levantó la casa natal del abuelo del libertador a finales del siglo XVII. El precio abonado fue de unos 200.000 pesetas, el equivalente de 1.200 euros, según indicaron fuentes del ayuntamiento.

El antepasado aragonés del general Artigas marcó la senda del héroe nacional porque se marchó joven del pueblo y se incorporó al Ejército. Participó en la guerra de Sucesión y poco después emigró a Río de Plata, se estableció en Buenos Aires y fue un fundador de Montevideo.