Jacinto Sanz Bonel, párroco de la iglesia de San Miguel y canónigo de la catedral de Tarazona, de 74 años, falleció ayer tras sufrir un accidente en el puerto de Lanzas Agudas, en la N-122, en el término de Vera de Moncayo. Su fallecimiento produjo una honda conmoción en la ciudad del Queiles y su comarca, donde era una persona muy apreciada.

Según los primeros indicios, el sacerdote pudo sufrir un infarto mientras conducía, lo que provocó que se saliera de la vía. Al parecer, Jacinto Sanz logró salir del coche y, en ese momento, volvió a sufrir otro ataque al corazón que le produjo la muerte.

El accidente se registró a las 10.10 horas de la mañana, en el kilómetro 78,7, cuando el turismo circulaba en dirección a Zaragoza, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico.

Jacinto Sanz era muy conocido y apreciado en Tarazona. Se ordenó sacerdote el 22 de diciembre de 1966 y su primer destino pastoral fue Magallón, donde llegó a coadjutor de la parroquia en enero de 1967, para convertirse posteriormente en titular de la misma hasta el año 1985.

En el 2016 cumplió sus bodas de oro sacerdotales y recibió un cariñoso homenaje por parte de sus feligreses. Además, el alcalde de Magallón, acompañado de la corporación municipal, le entregó una placa conmemorativa, según informó el Centro de Estudios Borjanos. El municipio le dedicó además una calle. En la actualidad, era canónigo de la Catedral de Tarazona.