Monseñor Miguel Asurmendi Aramendía, que fue obispo de la diócesis de Tarazona y en la actualidad era obispo emérito de Vitoria, murió ayer de forma repentina en su domicilio de Pamplona a los 76 años. Nacido en la capital navarra, estuvo destinado entre 1990 y 1995 en la ciudad turiasonense, donde su fallecimiento ha causado una honda conmoción.

Pero no fue ese su único vínculo con Aragón. Además de haber residido en Tarazona, fue director de la Escuela Profesional Salesiana de Zaragoza entre 1972 y 1978 y delegado regional de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE) entre 1975 y 1978.

Su carrera eclesiástica empezó en 1957, cuando profesó como salesiano, si bien fue ordenado sacerdote 10 años más tarde, según informó ayer en su diario digital la Conferencia Episcopal Española. Realizó estudios de Magisterio y era licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma y por la Universidad Civil de Valencia.

Su nombramiento como obispo de Vitoria data del año 1995. Pero en el 2016 presentó su renuncia, que fue aceptada por el papa Francisco, por lo que pasó a ocupar el puesto de administrador durante un breve periodo. En la actualidad era obispo emérito de la capital del País Vasco.

En la Conferencia Episcopal Española fue miembro de la Comisión Episcopal de Misiones en dos periodos, así como integrante de las Comisiones Episcopales de Enseñanza y Catequesis, del Clero y del Apostolado Seglar. La muerte le sorprendió en su casa de Pamplona.