Una mujer de 46 años falleció ayer en una triple colisión en la autovía A-23, a la altura de Paniza. La víctima viajaba como acompañante en un Peugeot 306 que, por causas que se desconocen, fue golpeado por detrás por un segundo turismo, con el que a su vez chocó un tercero. La conductora, E. M. L. G., resultó herida leve, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón, pero la que ocupaba el asiento del copiloto, C. M. L. T., falleció. El siniestro tuvo lugar a las 14.30 horas en el kilómetro 221 de la autovía mudéjar, en dirección a Zaragoza. La Guardia Civil investiga las causas de la colisión.

El fallecimiento eleva a siete las muertes ocurridas este año en las carreteras aragonesas. Se trata de la primera en la A-23, que en los últimos años está desplazando incluso a los tramos sin desdoblar en la lista negra de las más peligrosas de Aragón, junto con la N-330.

Precisamente en esta, cerca del Monrepós, tuvo lugar por la mañana un choque múltiple mucho más aparatoso que el de Paniza, que afortunadamente se saldó sin heridos. Hasta ocho vehículos, incluído un camión articulado, se vieron implicados en una colisión en cadena que provocó retenciones durante algunas horas en el puerto de montaña, aunque no de importancia.

El siniestro tuvo lugar a la altura de Caldearenas, a las 10.30 horas, cuando según fuentes de Tráfico todavía no se habían activado los avisos de obligación de llevar cadenas.

Pese a ello, la presencia de nieve en la calzada, junto con la densa niebla que había en el tramo, apuntan a ser la causa de este siniestro. Seis turismos, una furgoneta y un camión fueron chocando unos contra otros sin que ninguno de sus conductores sufriera lesiones de importancia, según fuentes de la Guardia Civil de Huesca.

Mientras las grúas y los agentes de Tráfico iban retirando los vehículos, se habilitó el paso alternativo por el carril en dirección sur. Tráfico no activó ningún aviso por retenciones importantes, pasados los primeros minutos tras el accidente.

La nieve, que cayó en abundancia ayer en el Pirineo, obligó a usar cadenas en nueve carreteras oscenses, principalmente en las zonas de acceso a los pasos fronterizos, aunque no llegó a cortar ninguna. Hoy podría ocurrir, ante el riesgo de aludes por el que la Agencia Estatal de Meteorología ha activado la alerta naranja.

Las precipitaciones también obligaron a circular con precaución en cuatro carreteras de la provincia de Zaragoza, en el Sistema Ibérico, aunque ninguna vía turolense se vio afectada por las precipitaciones.