La familia del empresario Publio Cordón está pendiente del "test de la verdad" que se practicará mañana en Zaragoza al exmiembro del Grapo Fernando Silva Sande, aunque "después de 20 años buscando, las expectativas son las que son", ha dicho a EFE su portavoz, Eugenio Gisbert.

Gisbert se ha referido hoy al "test de la verdad" que se le practicará mañana en Zaragoza a Silva Sande, condenado a 28 años de cárcel por el secuestro de Cordón, para tratar de localizar el cuerpo del empresario.

Ha recordado que el secuestro se produjo hace casi 20 años y que desde entonces no han encontrado su cuerpo.

"Todo lo que sea investigar y ayudar a conocer lo que pasó pues bienvenido sea", pero "por la experiencia" que tiene la familia, las expectativas de encontrar al empresario no son muy elevadas, ha dicho.

En cualquier caso, ha añadido que "si el aparato funciona -en alusión a la máquina-, y si se sabe qué pasó pues estupendo", ha explicado Eugenio Gisbert.

Silva Sande confesó que Cordón murió en el sur de Francia tras saltar por una ventana cuando intentaba huir de su secuestro.

"Dijo que había enterrado su cadáver y que había dejado un pico o una pala. Por este motivo, se creyó que con un georradar se podía localizar, pero fueron hasta Francia, estuvieron buscando y allí no hubo ningún resultado", ha recordado Gisbert.

El empresario, fundador de la aseguradora Previasa y del Grupo Hospitalario Quirón, fue secuestrado por los Grapo el 27 de junio de 1995 cuando practicaba "footing" en los alrededores de su casa de Zaragoza.

La última vez que trascendió la búsqueda del cadáver del empresario fue en julio de 2013, en un paraje del Mont Ventoux, en el sureste de Francia.

Fue en febrero de 2009 cuando uno de los exdirigentes del Grapo, Fernando Silva Sande, detenido en 2000, se ofreció a colaborar con la Justicia para esclarecer el caso, que fue reabierto a raíz de su testimonio, ya que reconoció que fue él quien cavó la fosa del empresario.

El 10 de junio de 2013, el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, que es el que ha autorizado realizar la prueba a Silva Sande, se trasladó a Francia para tomar declaración a una testigo que pudo tener relación con los miembros de la organización terrorista que cometieron el secuestro, con el objeto de aclarar el paradero de su cadáver.

La prueba que se practicará a Silva Sande en Zaragoza la costeará la familia, un precio que el portavoz cree que no será elevado, pero que no ha desvelado.

El Instituto de Medicina Legal de Aragón, ubicado en Zaragoza, acogerá esta prueba que se comenzará a practicar mañana a partir de las tres de la tarde.

Al secuestrador se le practicarán dos pruebas, una la P-300, la misma que se le hizo a Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta de Castillo para tratar de localizar el cadáver de la menor, y otra la N-400, que será complementaria de la primera.

La diferencia entre ambas pruebas es que la P-300 trabaja con probabilidades, mientras que la N-400 es discriminatoria, es más precisa, y se asemeja más a la máquina de la verdad.

Será la primera vez que realice la prueba en el Instituto de Medicina Legal, a diferencia de la que se le hizo a Miguel Carcaño, que se le practicó en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.