Según explicó el alcalde de este municipio zaragozano en declaraciones a Europa Press, José Miguel Achón, "ya no hay peligro allí, ni la estructura del edificio está dañada".

A pesar de que la familia ya puede regresar a su domicilio, la calle aún no se abrirá al tráfico, lo que "tardará una o dos semanas, porque aún se tiene que compactar la piedra que se echó" el viernes en el socavón, en el que se vertieron cerca de 800 toneladas de piedra.

Sobre la visita que han efectuado hoy los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) acompañados por un geólogo, "no nos han dicho mucho más de lo que ya sabemos" sobre este incidente, apuntó el alcalde. No obstante, se va a estudiar la zona, para lo que los técnicos y especialistas ya están "manejando documentos" sobre las características del lugar.

Así, se harán "estudios no agresivos para decidir el estado en el que está el muro de contención" del río Ebro en Alcalá, y cómo se encuentran sus calles, "y luego se verá de quien es la competencia" en caso de que haya que tomar medidas.

En Alcalá "tenemos el río cada vez más próximo, y están cargando tierra en el otro lado de la villa y cada vez cede más" el terreno, avisó Achón. Esta situación se repite en otros municipios ribereños, que padecen cada cierto tiempo inundaciones del río, como la del pasado mes de abril, momento en el que el deshielo primaveral y las lluvias causaron grandes daños a los agricultores de la provincia de Zaragoza. Por ello, "tengo entendido que se realizarán también estudios en otros municipios del eje del Ebro que se vean afectados por el río", concluyó.