La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar) reprobó ayer los insultos proferidos el pasado miércoles a la consejera Dolores Serrat antes de que esta accediera a una reunión con asociaciones de padres, aunque consideró un "ataque" y una "provocación" por parte de la Consejería "haber convocado conjuntamente a las APAs de la escuela pública y a las de la concertada" y esgrime que el "exceso verbal" de algunas personas,. "seguramente no padres" estuvo provocado por la "seria afección que los recortes tendrán sobre la educación".

En este sentido, la consejera reconoció que "el nivel de agresividad y violencia verbal traspasaba los límites del respeto", aunque mostró su "respeto por la libertad de expresión" pero incidió en que "no hay alarma educativa".

Serrat, que aseguró que "no se limitó el acceso a nadie", justificó el hecho de no haber invitado al acto a Fapar en que "la convocatoria era para asociaciones y Fapar tiene numerosos foros para hacer llegar sus propuestas a la Administración" y apuntó que "seguimos con las puertas abiertas al diálogo, pero no hay más sordo que el que no quiere oír".