Desde hace algo más de una década, las farmacias aragonesas están autorizadas a ampliar su horario. Además de las guardias, las boticas pasaron a poder abrir sus puertas los fines de semana o hasta las 22.00 horas, algo impensable hasta no hace mucho. Desde el pasado verano, el Departamento de Sanidad modificó el artículo referente al horario del reglamento de Ordenación Farmacéutica en materia de oficinas de farmacia y botiquines, por lo que se establece un nuevo horario mínimo para todas ellas y la opción de hacer ampliaciones voluntarias del mismo según unos módulos que establece este reglamento. Uno de ellos habilita la apertura las 24 horas de los 365 días del año, aunque solo una farmacia ha optado por aplicar esta fórmula. Desde hace dos años, la botica de Carlos Hernández, en el número 136 de Vía Hispanidad, es la única de la comunidad que siempre está abierta.

«Tengo un hijo que quería trabajar y no había ninguna farmacia en Zaragoza que abriera las 24 horas. Hicimos cursos de márketing y hablamos con boticas de otras comunidades que se habían adherido a esta fórmula y nos pareció buena idea», recuerda el titular de la oficina ubicada en la Bombarda.

La medida contó con gran aceptación de los usuarios, pero los primeros meses fueron «muy duros». «No es fácil organizar algo así sin experiencia. Dicen que se tarda tres o cuatro años en acostumbrarse», indica Hernández, que tuvo que contratar más personal para hacer frente a la reestructuración. «Éramos cuatro y ahora somos trece, lo que ha supuesto un esfuerzo económico importante. Corrimos el riesgo pero no sé si compensa». De hecho, el farmacéutico reconoce que «si no tuviera un hijo no lo volvería a hacer, pero se trataba de formarlo para que pueda hacerse cargo del negocio, aunque ha sido duro dejar de lado vacaciones o fines de semana y estar todos los días al pie del cañón. Hay que renunciar a demasiadas cosas», insiste.

A partir de enero, la exclusividad será compartida. Porque la farmacia de Ana Cristina Artal, en el número 8 de paseo Sagasta, también pasará a abrir a todas horas. «No me consultaron ni hablaron conmigo, pero me parece bien. Es duro y tienen que tener mucha ilusión, pero, una vez que la gente ya te conoce y pasa lo peor, hay que seguir adelante», subraya Hernández.

Nuevo reto

La aventura que se avecina no amedranta a Artal, que ocupa su actual puesto desde el pasado verano. «Veíamos que en una ciudad como Zaragoza había un sector por cubrir y existía esa carencia de no disponer de una farmacia en el centro que abriera siempre. Me sorprendió, así que tuve claro que había que ofrecer a la gente ese servicio que faltaba», indica.

Evidentemente, existe también un componente empresarial evidente. «Es innegable que esto también es negocio», expone la farmacéutica, que ya ha contratado más personal para trabajar por las noches. «Ya hemos incorporado dos personas pero en enero serán más», afirma.

Además, se ha reformado una de las zonas de la farmacia para evitar que las personas esperen de noche en la calle. «Los clientes están contentos, sobre todo los que viven por la zona. De hecho, había mucha gente que pensaba que ya abríamos las 24 horas», dice.

En todo caso, Artal cree que la fórmula no se extenderá masivamente y apela a las experiencias en otras comunidades. «Puede ser que abra alguna, pero en Madrid empezaron a hacerlo muchísimas, pero la noche es dura y no resulta rentable tantas horas y bastantes tuvieron que cerrar. Supongo que se unirá alguna más en el futuro pero no demasiadas porque no es viable», asegura.

Cambios

Con carácter general, la nueva regulación establece que el horario mínimo se reduce de 40 a 37 horas y media semanales a realizar de lunes a viernes de 9 a 22 horas, siendo de obligada apertura la franja de 10 a 13 y de 17 a 19 horas. En los municipios con menos de mil habitantes sin centro de salud, este horario es de 30 horas semanales. Excepcionalmente, se pueden autorizar horarios mínimos diferentes (municipios con muy poca población, zonas turísticas u otras circunstancias especiales acreditadas).

En cuanto a la ampliación horaria voluntaria, se establecen seis módulos. El primero permite abrir los sábados por la mañana excepto festivos; el segundo, contempla la apertura de todos los días del año hasta las 21.30 horas; el tercero tiene el mismo horario que el anterior pero sin domingos ni festivos; el cuarto también plantea apertura de lunes a sábados sin festivos pero con horario interrumpido a mediodía; el quinto permite abrir todos los días del año también con parada entre el cierre matinal y la apertura vespertina; y el sexto y último da la opción de abrir las 24 horas del día todo el año.

La novedad de cara al 2018 es la habilitación para abrir los sábados por la mañana excepto festivos, una modalidad a la que se han acogido 131 boticas de Zaragoza capital y otras 68 del resto de la provincia. Diez (una más que en el 2017) lo harán de lunes a domingo de 9.30 a 21.30 horas todos los días del año y 40 (tres más que en la actualidad) mantendrán ese horario pero de lunes a sábado excepto festivos.

Además, once oficinas (eran diez hasta ahora) estarán disponibles de lunes a sábado de 9.30 a 13.30 y de 16.30 a 21.30 horas y repetirá la misma que actualmente abre de lunes a domingo de 9.30 a 13.30 y de 16.30 a 21.30 horas todos los días del año.