Las farmacias ya no son lo que eran. Ni se dedican ya exclusivamente a dispensar medicamentos ni están regidas por un horario inflexible. Las boticas han evolucionado y se han desprendido de la exclusividad para explorar otros caminos. En una farmacia, ahora, se venden productos de parafarmacia, cosméticos e incluso otros productos no sanitarios. Las hay que, además, ofrecen un rincón destinado a los juegos de los hijos de los usuarios. En una farmacia hay lugar para pesarse, medirse, hacerse un análisis, tomarse la tensión y, por supuesto, adquirir un fármaco recetado por el médico o no, pero también se venden productos no directamente relacionados con la atención sanitaria o farmacéutica.

Hay quien sostiene que la crisis ha abocado a estos establecimientos a acudir a otros mercados no precisamente sanitarios, si bien esa tendencia ya comenzó a marcarse años antes. Lo que sí provocó la crisis es la proliferación y multiplicación de esas farmacias obligadas, según sostienen desde el sector, a "buscarse la vida" a través de una evolución que otros denominan progresión y algunos tildan de transformación.

Y ese cambio también ha afectado a los horarios. Las boticas ya no solo abren a las 9.00 y cierran a las 20.00 horas salvo las de guardia. Nada de eso. Ahora, las farmacias, escudadas en el impacto de la crisis y su merma en la sostenibilidad del negocio, solicitan en masa la ampliación de sus horarios de apertura hasta las 22.00 horas. Dan servico 12 horas y media ininterrumpidamente De hecho, el auge de estas peticiones ha sido notorio en los últimos años y, actualmente, la cifra es de 55 frente a los 5 que existían en el 2010.

Género, horario, tecnología... todo ha cambiado.

La farmacia ha pasado, en apenas unas décadas, de la formulación magistral --elaboración de los diferentes medicamentos-- a que sea la industria la encargada mayoritariamente de esta fabricación, lo que relegó a la botica a mera dispensadora. Y ahora está tratando de potenciar la función asistencial.

Todas las farmacias están autorizadas a dispensar fórmulas magistrales y, si no pueden hacerlo, lo realiza el colegio o también terceras boticas. De hecho, hay una sola en Zaragoza que elabora a terceros, mientras que en Huesca lo hacen muchas, lo que la convierte en la provincia española donde, proporcionalmente, hay más farmacias que elaboran medicamentos para otras.

Fórmulas magistrales

El cambio, hace unos años, de la regulación de la formulación magistral respecto a lo que se venía haciendo hizo que muchas decidieran dejarlo porque suponía una reforma tal del laboratorio que no la podían asumir. Por eso, el colegio y otras boticas pasaron a hacer a terceros. "Muchas cuentan con 40 o 50 metros y ahí no pueden meter el laboratorio de formulación magistral", expone el presidente de los farmacúeticos zaragozanos, Ramón Jordán.

Así, la botica pasó de fabricar los fármacos a solo dispensarlos y, de ahí, a perseguir la función de farmacia asistencial. De media, el 70% de los productos que dispensa son medicamentos y el 30% restante correspondería a parafarmacia, aunque el porcentaje es desigual en función de si el establecimiento está ubicado en el ámbito urbano o rural.

"Pero la evolución que a mí me interesa es la profesional. Veo a farmacias que venden un montón de productos de promociones y parafarmacia y ese no es el objetivo porque este tiene que estar centrado en el medicamento y en el paciente y mejorar su calidad de vida. Si evolucionamos hacia una dispensación más y hasta la parafarmacia, la cosmética o el bazar, la dirección es errónea porque vendrá alguno que lo haga mucho mejor y nos barrerá", expone Jordán.

Por eso, reivindica el medicamento como razón de ser del profesional. "Lo que hacemos es lo inherente a la profesión, el medicamento y evolucionar en base al medicamento. Eso solo lo podemos hacer nosotros", recalca.

Entonces, ¿por qué cada vez más farmacias deciden explorar otras vías? "Los establecimientos van hacia ese lado por necesidades de supervivencia. El impacto de los reales decretos desde el 2000 han provocado que el empobrecimiento de la farmacia sea bestial. Si la única política farmacéutica es bajar el precio del medicamento se emprobecerá la farmacia y peligrará el modelo, sobre todo en la rural", explica.

Ante esa situación, la crisis o los retrasos en los pagos, la farmacia busca otros caminos.